La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha ofrecido a la patronal y a los sindicatos incluir la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en el pacto de rentas. Calviño ha aprovechado la reunión con los agentes sociales para tratar el Plan de Recuperación para recuperar la idea e impulsar el pacto, tal como publicó este periódico.
La titular de Economía ha insistido en que este acuerdo es una «prioridad» para todo el Gobierno y ha destacado que los agentes sociales han mostrado una «disposición positiva» para negociar. «Hay una voluntad unánime de reactivar ese diálogo y una voluntad muy positiva», ha dicho.
No obstante, esto contrasta con la intención del Ministerio de Trabajo, que considera que el SMI no debe formar parte del pacto de rentas. De hecho, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró recientemente que en España no se estaba hablando de un pacto de rentas.
Los sindicatos valoran positivamente este compromiso del Ejecutivo de subir el SMI pero son más escépticos con respecto al pacto de rentas. «No tenemos muy claro a qué se refiere», ha dicho Mariano Hoya, vicesecretario general de política sindical de UGT.
«Un pacto de rentas requiere de un acuerdo salarial, pero un acuerdo salarial no requiere de un pacto de rentas», ha matizado el secretario general de CCOO, Unai Sordo. Sordo cree que para hablar de un pacto de rentas habrá que incluir políticas de contención de beneficios empresariales, para lo que considera necesario incluir medidas fiscales.
«Nunca hemos apreciado voluntad empresarial», ha insistido Sordo con respecto al pacto de rentas. «Hay que contemplar medidas que afecten a incrementos de precios muy concretos y decisivos», ha añadido.
Subida relativa a la inflación
Los sindicatos han pedido al Gobierno que la subida del SMI se sitúe entre el 9 y el 14%, tomando como referencia los incrementos que han aprobado otros países del entorno. La intención es que los salarios más bajos recojan la subida de los precios y amortigüen la pérdida de poder adquisitivo de los más vulnerables.
El Ministerio de Trabajo, responsable de esta decisión, ha pedido a los expertos que actualicen la horquilla en la que consideran que debería subir el SMI y les ha dado dos meses para que elaboren un informe, en el que deberán tener en cuenta, no solo los salarios, sino también aspectos como la inflación o la productividad.