Los autónomos se han rebelado contra los planes del Gobierno de Pedro Sánchez para sufragar el gasto de las pensiones con una subida en las cotizaciones que abonan tanto las empresas como los trabajadores. Creen que esta nueva iniciativa asfixiará a los negocios después de la crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus.
El presidente de las Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Fernando Amor, ha mostrado su rechazo al proyecto que ya ha presentado el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, a los agentes sociales. «La vaca ya no da más leche. No se puede apretar a las empresas», ha lamentado a las puertas de un encuentro de la Cadena SER en Castilla y León.
Amor ha abierto la puerta a negociar otras fórmulas para garantizar el sistema público de pensiones, siempre y cuando no pasen por un incremento de la carga de los costes laborales. «Estamos dispuestos a buscar mecanismos para hacer sostenibles para las pensiones, pero esos mecanismos no pasan por asfixiar más al autónomo y la empresa», ha sentenciado.
«No podemos convertir a los empresarios en los tontos de la película»
Los autónomos han calculado que el nuevo plan para elevar la hucha de las pensiones se traducirá en un incremento de 60 euros al año de las aportaciones a la Seguridad Social para los trabajadores por cuenta propia que facturan como personas físicas y de 75 euros para los societarios.
Amor ha defendido que esta nueva medida sitúa a España como el cuarto país con mayores cotizaciones sociales de la Unión Europea, algo que se suma al actual alza de la energía o de los carburantes. «No parece lógico que cada vez les pongamos más zancadillas», ha expresado.
Los autónomos se aferran a la reforma laboral del 2012
Los autónomos han abierto así un nuevo frente con el Gobierno de Pedro Sánchez, después del malestar que ha generado la decisión de negociar una derogación de la reforma laboral que ideó el equipo de Mariano Rajoy en el año 2012 o de las críticas que han despertado las subidas de las cuotas anuales que pagan los trabajadores por cuenta propia.
Amor se ha mostrado a favor de retocar algunos aspectos muy concretos de la reforma laboral, pero ha criticado que se vaya a actuar sobre el grueso del marco normativo. Una posición que le sitúa junto a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) que también ha advertido sobre las consecuencias de esta actualización.
«La reforma laboral ha servido para amortiguar la incidencia virulenta que sobre el empleo habría podido provocar la pandemia», ha justificado ya durante el acto.
El presidente de ATA ha defendido que la normativa de 2012 ha permitido reducir la temporalidad de los contratos ocho puntos hasta el 24% o facilitar que el empleo no se haya destruido al mismo ritmo que ha caído el Producto Interior Bruto (PIB) durante la crisis del coronavirus.