La realidad virtual estará a bordo de tu próximo automóvil
Justo un siglo después de que la radio se incorporara al automóvil, estamos a las puertas de una revolución de los sistemas de entretenimiento a bordo de nuestros coches
Hace exactamente un siglo se produjo el nacimiento de los sistemas de información y entretenimiento a bordo del automóvil. Concretamente, fue Chevrolet el primer fabricante que ofreció un receptor de radio instalado de fábrica, que fue fabricado por Westinghouse.
Ocurrió en 1922, un par de años después de que naciera la radio comercial en EE.UU. Pero, lejos de la compacidad de los equipos actuales, la “radio” de Chevrolet era en realidad un monstruoso cajón que requería enormes baterías, una gran estructura metálica en el techo del vehículo que ejercía de antena y unos igualmente voluminosos altavoces; una excentricidad que costaba la friolera de 200 dólares.
Las interferencias provocadas por el sistema de encendido del automóvil hacían en realidad que el equipo no se pudiera usar en marcha, por lo que Chevrolet lo publicitaba como una fuente de “entretenimiento estacionario”.
La radio fue solamente el primer paso
A pesar de sus limitaciones, la introducción de la radio en el automóvil fue un éxito, y pronto encontró aplicaciones profesionales que impulsaron su evolución. Motorola se hizo pronto famosa por resolver el problema de las interferencias con su primer equipo, el 5T71, rápidamente adoptado por las fuerzas del orden.
Aunque el 5T71 no podía emitir, sí recibía la señal de las radios locales, cuya emisión se interrumpía cuando era necesario para solicitar a los agentes que acudieran a atender alguna emergencia.
A lo largo de este siglo, los sistemas de “info-entretenimiento” a bordo del automóvil han incorporado con mayor o menor éxito toda la tecnología disponible tanto en el hogar como en el ámbito profesional: el cartucho de ocho pistas, el casete, los discos compactos, los archivos en MP3, el iPod… Incluso hubo una época en la que el tocadiscos trató de hacerse inútilmente un hueco en el interior del automóvil.
Tras los reproductores de MP3 que obligaron a los fabricantes de equipos de sonido a incorporar una entrada auxiliar en todos sus aparatos, llegó la era inalámbrica con el Bluetooth, que supuso además la integración definitiva de la telefonía móvil a bordo del automóvil.
¿Cómo serán los sistemas de info-entretenimiento de los próximos años?
Las pantallas con tecnología de “realidad aumentada” prometen ser uno de los siguientes pasos en esta evolución. Muy pronto, los sistemas de navegación proyectarán imágenes en el parabrisas para resaltar el carril por el que debemos circular o la intersección en la que hemos de desviarnos, como ya hacen nuestros smartphones cuando usamos Google Live View.
El siguiente paso consistirá en emplear todo el parabrisas como una inmensa pantalla transparente en la que tendremos información no solamente de la instrumentación, sino de cualquier sistema del vehículo e, incluso, propuestas de ocio o de vida a bordo.
Por otra parte, toda esta tecnología será costosa, como lo son ya la electrificación, las medidas necesarias para que los vehículos de combustión sean lo más limpios posible, las ayudas a la conducción generalizadas o las medidas que hacen que casi cualquier automóvil supere con cinco estrellas los crash tests de EuroNcap.
Tom Blackie, CEO de VNC Automotive, una de las empresas líderes en conectividad de vehículos, augura un paradigma que no debemos descartar: “La propiedad de un vehículo puede volverse inasequible, quizás incluso insostenible, y eso conducirá a una transición desde el transporte personal hacia la movilidad compartida. Quizás los vehículos autónomos del futuro completarán el círculo. Una vez que la conducción ya no sea la tarea principal, el futuro de la movilidad puede centrarse por completo en el entretenimiento de una manera con la que los primeros pioneros solo podían soñar”.