El Citroën 2CV, protagonista de la última película de Astérix
Citroën y los productores de Astérix & Obélix: El Reino Medio se han asociado para introducir el icónico Citroën 2CV en la última película protagonizada por las estrellas del cómic francés
El último prototipo de Citroën no es un vehículo eléctrico, autónomo o conectado, sino una reinterpretación de su clásico 2CV nacida 2.000 años antes que el modelo original. Esto ha sido posible gracias a la colaboración entre Citroën y los productores Pathé, Trésor Films y Editions Albert René, encargados de dar vida a Astérix & Obélix: El Reino Medio, la última película de los populares personajes del cómic francés que llegará a las pantallas españolas en febrero de 2023.
En la cinta, Astérix y Obélix emprenderán un largo viaje desde su aldea gala a China para rescatar a la emperatriz de aquel país, secuestrada por el príncipe traidor Dang Sin Kuing, todo un guiño al Crucero Amarillo de Citroën, una de las grandes aventuras de exploración que la firma francesa patrocinó a principios del siglo XX para promocionar sus vehículos.
Un Citroën 2CV de madera, con faros de luciérnagas
El Citroën 2CV de Astérix y Obélix es en realidad un rudimentario carruaje biplaza tirado, como no podía ser de otra manera, por dos caballos. Este vehículo de ficción está fabricado en madera de roble y hierro galo forjado, con techo enrollable de tela de Lutecia. Sus ruedas han sido adaptadas a partir de escudos reciclados (incluida la de repuesto, en la parte trasera, como en el Citroën 2CV original). El confort está asegurado gracias a la suspensión neumática mediante tripas de jabalí, mientras que para circular con baja visibilidad se emplean faros rellenos de luciérnagas.
En la película, Cetautomátix, el herrero de la aldea, presenta el vehículo a Óbelix antes de que los héroes galos partan en él rumbo a China, y el 2 CV aparece también anunciado en la Gran Muralla; un nuevo guiño al Crucero Amarillo y a la posterior película promocional de la expedidión.
Detrás de esta simpática parodia, hay una clara estrategia de márketing que pretende reflejar valores característicos de la marca como “confort, tecnología y estilo audaz” en un vehículo claramente reconocible como Citroën, que integra detalles como los característicos chevrones del logo de la firma francesa en el patrón de la madera con la que se arman sus ruedas.
El Crucero Amarillo de Citroën
La asociación entre Citroën y el viaje de Astérix y Obélix a China no es casual, como ya hemos apuntado. Y es que en 1931 la firma francesa emprende un viaje de exploración a través de la histórica Ruta de la Seda, un recorrido de más de 30.000 kilómetros en los aún rudimentarios vehículos Citroën uniendo las ciudades de Beirut y Pekín.
Hablamos de una época en la que las carreteras pavimentadas apenas existían, y en la que la fiabilidad mecánica de los automóviles no era como asumimos que es hoy. De hecho, la expedición se dividió en dos grupos para aumentar sus posibilidades de éxito, y en una de estas dos caravanas, los Citroën Kégresse, que estaban propulsados por cadenas en lugar de neumáticos (como si fueran un pequeño tanque), se vieron inmovilizados al romperse todas las cadenas que llevaban de repuesto ante la dureza del recorrido.
La llegada al Huang He o río Amarillo marcaba el final de una expedición que acababa cobrándose la vida de George Marie Haardt, el explorador y hombre de confianza de Citroën que había planeado y dirigido esta aventura y otras expediciones anteriores en las que los vehículos de Citroën habían atravesado tanto el desierto del Sáhara en un primer viaje como algo más de la mitad de África en la posterior expedición conocida como el Crucero Negro.
Citroën 2CV: Un clásico nacido en la posguerra
No obstante, el Citroën 2CV homenajeado por la película de Astérix y Obélix es posterior a esa época de aventuras. Su historia da para escribir un libro, pero simplemente por poner un poco de contexto diremos que nació en la posguerra de la II Guerra Mundial fruto de la mente de Pierre-Jules Boulanger, ingeniero francés, vicepresidente y jefe de la oficina de diseño de Citroën.
Aunque había sido desarrollado antes de la II Guerra Mundial (1939-1945), el Citroën 2CV se presentó en el posterior salón del automóvil de París de 1948. De hecho, la mayoría de sus prototipos (e incluso las primeras unidades fabricadas) se destruyeron intencionadamente, y los que quedaron fueron desmontados durante la ocupación alemana de Francia para evitar que los nazis “robaran” el diseño de este revolucionario automóvil que ayudó a motorizar la Francia de la posguerra y se mantuvo en producción hasta 1990 en la fábrica portuguesa de Mangualde tras haber sido fabricado hasta en nueve países, incluido España.
Por todo ello, reencontrarse en las salas de cine con esta simpática reinterpretación del Citroën 2CV en las bodas de brillantes de su nacimiento será un verdadero placer para cualquier aficionado que se precie al mundo del motor.
Algunos datos clave del Citroën 2CV original
- Diseñado a finales de los años 30 del siglo XIX.
- Se empezó a fabricar como Citroën Tipo A en 1939.
- Ante la inminente ocupación alemana de Francia, se destruyeron los Tipo A fabricados.
- Tras la II Guerra Mundial, fue presentado en el Salón de París de 1948 (hace 74 años) como Citroën 2 CV.
- Comenzó a venderse en 1949.
- Su nombre hacía referencia a su potencia fiscal, en Francia.
- Su motor original era un bóxer bicilíndrico de gasolina de 0,4 litros y 9 CV.
- Tanto sus suspensiones como sus neumáticos radiales eran revolucionarios.
- Su lista de espera alcanzó los cinco años (salvo para clérigos, médicos y clientes previos de Citroën).
- La versión furgoneta (AZU 250) fue el primer Citroën fabricado en Vigo.
- Sus sucesivas evoluciones lo mantuvieron a la venta hasta 1990.