El ministro José Luis Escrivá ha arrancado el año con cambios en la metodología de la afiliación a la Seguridad Social, un dato sensible porque dice la gente que está trabajando y es aparentemente difícil de manipular. Sin embargo, no está exento de polémicas y el ministro le da una importancia capital y lo controla.

Tan es así que hace unos meses, Escrivá se mosqueó con el servicio de estudios de BBVA, del que fue director hace más de una época, porque sus previsiones de evolución de la afiliación eran inferiores a las del Gobierno. Y tuvo el atrevimiento de hacer llegar su malestar a los responsables de la entidad.