Teresa Ribera ha convertido el corredor de hidrógeno verde en el nuevo mantra energético y hasta Pedro Sánchez lo vendió como un éxito del país a nivel europeo. «España ya lidera el desarrollo de energías renovables y será un referente también en el hidrógeno», aseguró. El proyecto, que emergió como alternativa al nuevo gasoducto con Francia por Cataluña (MidCat), requerirá una inversión inicial de 2.500 millones de euros. Pero pese a todo ello, prácticamente nadie sabe lo que es ni la infraestructura que se necesitará. Un caso llamativo es que la embajada de los Estados Unidos en España llamó a algunos expertos y organizaciones empresariales y las citó en sus oficinas para preguntar qué era eso del corredor del hidrógeno verde, que no entendían. Las respuestas que obtuvo, al menos algunas que han llegado a nuestros oídos, no aclararon ni tranquilizaron mucho a los estadounidenses.