Vender una casa con deudas pendientes: esto es todo lo que debes saber
Muchas personas se preguntan si pueden deshacerse de su inmueble si tienen derramas u otras cuentas pendientes de pago
Siempre que se quiere comprar una vivienda se incide bastante en que esté libre de cargas o, dicho de otra manera, sin deudas.
Tras una etapa de gran dureza de la población parece que se ha reactivado el mercado inmobiliario con un boom en la compra de pisos y en las reformas: ya sea integral o de estancias como el baño y la cocina.
Ante este creciente interés hay muchas personas que se pueden plantear la duda de si se puede comprar una vivienda que tenga deudas pendientes, una situación en la que se pueden encontrar muchos usuarios.
Habitualmente, si la firma se hace ante notario o a través de una agencia, serán estos los encargados de solicitar al vendedor que se haga con un seguro de impago para acelerar el proceso y dar más confianza al vendedor. ¿Qué ocurre si hay deudas impagadas a la hora de comprar una vivienda?
En el momento en el que se solicita el certificado de deudas puede suceder que haya alguna carga pendiente. Lo más común en estos casos es llegar a un acuerdo entre la parte vendedora y la compradora. El vendedor puede firmar una cláusula en la que asegura que se hará cargo de esos pagos en un plazo concreto, o rebajar el precio que pide al comprador a cambio de que sea este el que salde las deudas con la comunidad de propietarios.
Debería ser el vendedor el que tendrá que pagar estas deudas, por ello es imprescindible solicitar siempre el seguro de impagados. Si no se llega a un acuerdo, el vendedor puede echarse atrás en la compra o asumir él las deudas.
En el caso de que las deudas no queden saldadas, el nuevo propietario aparecerá como moroso hasta que ya no haya ningún tipo de carga. Al adquirir la propiedad, también adquiere los recibos impagados.
El problema de las derramas pendientes
De igual manera, puede surgir de que al comprar un piso existan derramas pendientes con la comunidad que se están pagando o que van a comenzar a pagarse en poco tiempo.
Sobre esto, la Ley de Propiedad Horizontal dice en el artículo 17.11 lo dice bastante claro: “Las derramas para el pago de mejoras realizadas o por realizar en el inmueble serán a cargo de quien sea propietario en el momento de la exigibilidad de las cantidades afectadas al pago de dichas mejoras”.
De este modo, será el nuevo dueño el que tenga que hacer frente al pago desde el momento en que se convierte en su propiedad. Sea como fuere, es obligación moral del antiguo propietario avisar al comprador de si hay alguna derrama aprobada en junta que se vaya a tener que pagar en breve.
También, el nuevo propietario puede ponerse en contacto con el administrador de fincas colegiado o con el secretario-administrador para comprobar si hay algún pago extraordinario aprobado en la comunidad de propietarios.
Qué soluciones hay para vender un piso con deudas pendientes
Teniendo en cuenta este telón de fondo la cuestión es cuáles son las soluciones para vender un piso con deudas pendientes.
A este respecto, la primera alternativa es obvia, que te encargues tú de ella. De hecho, puede que quieras realizar la venta para tener el dinero y saldarlas. En estos casos, esto debe quedar claro durante la compra y debe haber un contrato que le asegure a tu comprador que tú te encargarás de saldar esa carga. Eso sí, hay más fórmulas.
Otra de las soluciones para vender un piso con deudas es que descuentes del precio de venta esa carga está pendiente. De esta forma, ese dinero se lo queda el comprador que se hará cargo de pagar lo que resta. Una vez más, nuevamente, debe quedar todo reflejado en la documentación que se firme.
Si la deuda tiene que ver con el préstamo hipotecario, en el momento de vender un piso puedes cancelarla. De esta manera, si en el instante de vender su precio supera la deuda que está pendiente no hay problema alguno, lo podrás subsanar sin problemas. Debes tener en cuenta que hay una comisión por la cancelación de la hipoteca, sin embargo, te compensará al deshacerte del piso y sus correspondientes cargas.
Una última posibilidad que puedes tener en cuenta al vender un piso es subrogar la deuda pendiente. Esto quiere decir que el resto de la hipoteca que quede por pagar lo hará el comprador de tu inmueble. La ventaja es que le puede beneficiar, ya que la vivienda le saldrá más barata al no tener que pagar su totalidad.
Autor: Hector Chamizo
Noticia original: Business Insider