Todo lo que debes saber antes de vender una vivienda
Existen muchos gastos que se deben asumir al vender un inmueble, por ello cabe tener en cuenta todos los requisitos para evitar pagos innecesarios
Poner a la venta un inmueble es un reto para muchos consumidores. Además del tiempo de dedicación, la transacción no es un negocio en el que todo sean ganancias.
De hecho, existen ciertos gastos que caben asumir incluso antes de recibir a los primeros interesados. Pero ¿cuáles son? ¿Se pueden evitar? Desde el comparador de inmobiliarias HelpMyCash.com repasan los costes que conlleva la compraventa de una vivienda.
Pagar antes de empezar
La venta de un piso puede deberse a muchas razones, como la adquisición de uno nuevo que se adapte mejor a una situación actual. Sin embargo, son muchos los propietarios que se ven en esta situación al no poder hacer frente a la hipoteca o tras recibir una herencia a repartir entre varios beneficiarios. Por ello, antes de ponerse en marcha con la transacción, cabe tener en cuenta que es necesario tener cierto dinero ahorrado.
El primer gasto que se debe asumir al vender un piso es el certificado energético
Por ejemplo, el primer gasto que se debe asumir es el certificado energético. Desde hace unos años no es posible vender un piso sin este documento, con lo que es imprescindible tenerlo muy presente.
El principal problema es que, al no ser un coste regulado, cada profesional puede cobrar lo que quiera. Obviamente, a más certificadores en la zona, mejor precio se puede conseguir. Aun así, este documento suele rondar los 100 euros (más IVA), a los que posiblemente haya que sumar las tasas administrativas, ya que las exigen la mayoría de los ayuntamientos.
Gastos para oficializar la venta
Una vez hay un comprador interesado, es necesario firmar un contrato de compraventa. Es habitual que estos gastos se repartan entre las dos partes, asumiendo la parte vendedora la escritura pública de compraventa y el comprador los de la primera copia y sucesivas. Adicionalmente, se deben tener en cuenta los honorarios del notario, los cuales suelen ir asociados al precio de venta del inmueble.
En caso de tener una hipoteca, es necesario saldar la deuda con el banco. En este caso es necesario contemplar la comisión por cancelación anticipada, así como la cancelación registral de la carga hipotecaria.
Por último, es importante no olvidar los impuestos. La suerte aquí es que ya será efectivo el dinero de la transacción para hacerles frente. Y es que, en esta categoría, se encuantra el IRPF y la plusvalía municipal. Para hacerse una idea, vender un piso de 150.000 euros en Barcelona durante 10 años implica pagar 15.750 euros en concepto de plusvalía municipal.
¿Es posible evitar algún gasto al vender un piso?
Aunque existen ciertos costes que no se pueden evitar a la hora de poner a la venta un piso, existen otros que sí. Por ejemplo, contar con una tasación de la vivienda es muy interesante para poner el precio más oportuno.
Lógicamente, este estudio hará pasar por caja si lo hacen con una de las compañías tradicionales. Ahora bien, gracias al proptech existen diversas tasadoras online que pueden dar una horquilla de precios completamente gratis.
Existen ciertos costes que se pueden evitar a la hora de poner a la venta un piso
De igual forma, apoyarse en una inmobiliaria puede ahorrar muchos quebraderos de cabeza durante todo el proceso. Sin embargo, los honorarios de los agentes pueden suponer un buen pellizco, ya que las tradicionales suelen cobrar un porcentaje sobre el precio de venta. Por lo cual, se puede abaratar la factura apostando por las nuevas inmobiliarias online.
Tiempo y dinero
Otro concepto que puede salir muy barato e, incluso, gratis es el contrato de arras. Este documento protege al vendedor de cara a que el comprador se eche para atrás, con lo que no está de más firmarlo. Ahora bien, si se hace en un notario es necesario asumir los honorarios. Una buena forma de evitarlo es firmar un acuerdo entre las partes, el cual es posible encontrar online sin coste.
El contrato de arras protege al vendedor en caso de que el comprador se eche atrás
Por último, es posible ahorrar el IRPF. Aunque parezca mentira, este impuesto no siempre se aplica. De hecho, solo lo hace si se vende una vivienda por más dinero del que se pagó cuando se adquirió. Además, si el vendedor es mayor de 65 años, se reinvierte lo ganado en una nueva vivienda o se da el piso en dación en pago, no se debe asumir este gasto.
En definitiva, vender una vivienda conlleva tiempo y dinero. Sin embargo, si el usuario es avispado es posible ahorrar algunos gastos. Por ello, antes de tirarse a la piscina, siempre es importante asegurarse de todos los pasos que se deben dar y comprobar qué opciones existen.
Nuevas herramientas para vender
Internet ha mejorado considerablemente las opciones que tenemos para la compraventa de inmuebles. En la red contamos con al menos tres nuevos actores que pueden ser clave para encontrarle nuevo dueño a nuestra vivienda.
En primer lugar, los portales inmobiliarios permiten colgar en la web el anuncio de venta de la vivienda. Entre los más conocidos destacan Idealista, Fotocasa o Habitaclia. Su principal virtud es que reúnen a compradores y vendedores en un mismo espacio.
Existen también las inmobiliarias online, como Housell y Housefy, cuya propuesta pasa por abaratar los costes de la transacción permitiendo al vendedor formar parte del proceso de forma activa.
Por último, han aparecido las «Ibuyers«, empresas pensadas para las ventas rápidas. Su propuesta es que la venta se realice a ellas directamente, lo que implica reducir considerablemente el tiempo de la transacción. No obstante, aunque puede ser un recurso para ganar liquidez de forma rápida, la oferta siempre será más baja de lo que se puede conseguir a través de una venta convencional, avisan desde el comparador de inmobiliarias HelpMyCash.com.