Las inmobiliarias de lujo de Marbella y Mallorca son inmunes al covid
Las agencias especializadas en viviendas de lujo de Marbella y Mallorca registran mejores ventas este julio, pese a la pandemia, que en el mismo mes del año
La compraventa de viviendas se ha desplomado a causa de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, el mercado residencial prime ha resistido mejor, hasta el punto de que en enclaves como Marbella o Mallorca incluso aumentó este julio el número de transacciones de mansiones de lujo respecto al mismo mes del año pasado.
Los grandes animadores de este selecto mercado de segundas residencias son los millonarios alemanes que, a diferencias de sus colegas de otros países, han podido viajar a España, mayoritariamente en jets privados, sin necesidad de guardar cuarentena a la vuelta.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, correspondientes al mes de mayo, confirman que la compraventa de viviendas cayó un 53,7% respecto al mismo mes del año pasado. Se trata del mayor descenso mensual desde noviembre de 2013, que coincidió con la fase más dura de la anterior crisis inmobiliaria.
Cuando se levantó el confinamiento domiciliario, el mercado residencial prime de la Costa del Sol y de las Baleares tuvo un despertar vertiginoso. Desde el primer momento, las ventas igualaron o superaron los registros de un año antes, cuando no existía la pandemia. Este fenómeno no se ha repetido en el resto del sector inmobiliaria, ni siquiera en el de las viviendas de lujo de las grandes ciudades.
Evelin Bentz, directora ejecutiva de la agencia Marbella Hills Homes, reconoce que los resultados les están acompañando desde que se levantó el confinamiento. Aunque precisa que los meses de julio y agosto nunca han sido los mejores, ya que los propietarios prefieren poner las viviendas en alquiler durante el verano, asegura que las ventas de este julio son equiparables o mejores que las del mismo mes del año pasado.
Afirma que todas las agencias de la Costa del Sol dedicadas a las residencias de lujo están teniendo “buenas ventas”.
Bentz precisa que les están llegando “compradores de verdad”, con las ideas muy claras: vienen exprofeso para ver casas, decidir y cerrar la operación. Todos los compradores son extranjeros.
“Ver, decidir y comprar”
Christina Deutsch, gerente de Engel & Völkers Mallorca, confirma que los compradores extranjeros que les llegan en tiempos de pandemia van al grano: ver, decidir y comprar. Eso no ocurría antes. “Vienen a posta para comprar”, con la firme decisión de adquirir una vivienda.
Asegura que las ventas de este julio han sido mejores que las del mismo mes del año pasado. La operación de mayor volumen económico se cerró por cerca de 10 millones de euros.
Incluso se han visto obligados a contratar a más personal por el incremento de actividad de este verano. “Este mes ha sido una locura y el próximo creo que será igual”, afirma.
Deutsch señala que los compradores “se sienten seguros en la isla”. No les asusta la pandemia. Muchos vienen en aviones privados aunque también los hay que viajan en vuelos regulares. Se hospedan en casas o fincas alquiladas mientras buscan una residencia para comprar. No es el tipo de cliente que va a un hotel de todo incluido.
Alemanes de compras por España
Tanto en Marbella como en Mallorca, sus mejores clientes en estos momentos son los alemanes adinerados. Alemania pone pocas obligaciones a sus nacionales que visitan España, salvo los que a partir de ahora lo hagan a Cataluña, Aragón o Navarra.
Curiosamente, los voraces compradores británicos son ahora poco más que una anécdota. Esto también tiene que ver con las limitaciones que impone su gobierno a los desplazamientos a España.
El mercado residencial prime de las grandes ciudades sea visto más afectado por la pandemia que los enclaves de la costa con más tirón turístico. Este es el caso de Madrid y Barcelona.
Christophe Chevallier, manager de Barnes International Realty en Madrid, recuerda que en el mercado inmobiliario de lujo, por encima de un millón de euros, los compradores son más extranjeros que españoles. Obviamente, si los posibles compradores tienen dificultades para desplazarse, “afecta mucho”.
Las cuarentenas que se aplican en los países de origen de los compradores se traducen en menos ventas. En estos momentos, los compradores de este tipo de viviendas en la capital son españoles o extranjeros que ya residen en el país.
Chevallier destaca que ahora los propietarios prefieren poner el alquiler este tipo de viviendas cuando hace tan solo unos meses optaban por la venta.
Alexander Vaughan, director de Lucas Fox en Barcelona, constata que el interés por las áreas urbanas ha sido sustituido parcialmente por las zonas periféricas, especialmente por las costeras. En una nota de Vaughan facilitada por su agencia, se indica que el interés que despertaba Barcelona antes de la epidemia se ha trasladado a localidades como Castelldefels, Gavà y Sitges, así como el Maresme y la Costa Brava.
El confinamiento ha generado nuevas tendencias de búsqueda de vivienda. Los compradores prefieren ahora adquirir residencias en localidades costeras.
Reducción de precios
En la nota se apunta una probable reducción de los precios. Se estima que “una reducción de la demanda empujará al reajuste de los niveles actuales, de manera que aquellos propietarios que necesiten vender deberán reducir sus expectativas”.
El último informe inmobiliario de CaixaBank Research apunta que los precios podrían retroceder entre un 6% y un 9% en el bienio 2020-2021. Los agentes inmobiliarios no esperan volver a los parámetros anteriores a la pandemia hasta 2024. En los precios influye la geografía y el tipo de vivienda.
Leopoldo Roca, agente de la propiedad inmobiliaria, consultor, formador y coach de profesionales del sector, recuerda que el mercado inmobiliario español es enorme y “va por barrios”. Recalca que, por sus características, el segmento residencial prime de la Costa del Sol o de las Baleares no es el reflejo de lo que ocurre en el mercado nacional. “Aquello es Marte, otro planeta”, insiste.
Roca advierte que, a partir de septiembre, llegarán los cierres y un proceso de concentración del número de agencias.