Fiatc Seguros adquiere un emblemático edificio en Valencia
La entidad aseguradora compra a BBVA su sede de doce plantas de la calle Pintor Sorolla
Sede de BBVA en Valencia, comprada por Fiatc
Fiatc Seguros ha comprado a BBVA su sede de doce plantas en el primer número de la calle Pintor Sorolla. Una vez acondicionado, el edificio seguirá siendo ocupado por el banco como principal inquilino mediante un arrendamiento a largo plazo.
El inmueble, que cuenta con más de 10.000 metros cuadrados, repartidos entre doce plantas más sótano, goza de una inmejorable ubicación y visibilidad en la capital valenciana, pues une tres de las calles más emblemáticas de la ciudad.
BBVA ocupará las primeras siete plantas del edificio
La aseguradora Fiatc, asesorada por la oficina de CBRE en Valencia, ha comprado el edificio bajo el formato sale&leaseback por un importe que ambas partes no han desvelado.
BBVA seguirá ocupando las primeras siete plantas del edificio, en las que mantendrá su sede Territorial y Regional Este, además de algunos servicios centrales, en régimen de alquiler. Por su parte, las plantas superiores se alquilarán a terceros.
Fiatc Seguros acometerá una importante reforma del inmueble
En el acuerdo, que permite a la entidad financiera desinvertir en el capítulo inmobiliario, está contemplado que Fiatc Seguros acometa una importante reforma del edificio.
El edificio de la calle Pintor Sorolla no es el primer inmueble del que se desprende BBVA en Valencia. En 2016 la entidad financiera ya movió sus oficinas en la capital del Turia tras adquirir la sede de CatalunyaCaixa de la calle Barcas.
En ese mismo año, la entidad se deshizo del gran inmueble que ocupaba en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, ahora en manos de la Agencia Tributaria.
Un edificio histórico
El inmueble, construido durante los años 60, fue inicialmente la sede en Valencia del Banco Exterior. BBVA consigue, de esta manera, desprenderse de un activo que ya había puesto en venta en 2011.
Curiosamente, el banco fue protagonista de uno de los robos más emblemáticos de la capital del Turia. En 1992, durante la tradicional mascletà de las Fallas de Valencia, dos ladrones aprovecharon el estruendo para hacerse con un botín de más de cien millones de pesetas.
