¿Y si hubiese tercera vuelta?
Tenía razón Manuel Fraga Iribarne: «Spain is different». No consigo encontrar un caso similar al nuestro, con la repetición de elecciones generales a la que nos han condenado cuando han pasado solo poco más de cuatro meses de los comicios del pasado 20 de diciembre. En seis meses habremos ido a las urnas en un par de ocasiones. Y lo peor es que el próximo 26 de junio se pueden producir unos resultados que nos lleven a la convocatoria de otras elecciones, que serían las terceras en un solo año.
Alguien tan serio, sereno y experimentado como Luis Solana ya nos lo advertía semanas atrás. Porque si el veredicto de las urnas del próximo 26-J no difiere de forma significativa del que se produjo el 20-D, ¿quién nos garantiza que se pondrán de acuerdo aquellos que no lo han hecho en estos últimos cuatro meses?
Con nuestra propia historia más reciente a cuestas, la tan traída y llevada Gran Coalición entre PP y PSOE, con o sin la participación de Ciudadanos, parece de antemano descartada por completo. Tanto porque el PP ha minado cualquier posibilidad de acuerdo en el pasado y en especial durante el mandato presidencial de Mariano Rajoy, como porque para el PSOE sería un suicidio político, un paso previo a convertirse en algo semejante a lo que en Grecia es ahora el otrora tan poderoso PASOK, dejando así todo el campo de la izquierda para Podemos, con o sin alianza con IU.
Si no se produce un vuelco espectacular en los resultados –algo que no parece probable, al menos por ahora-, el único acuerdo realmente posible volverá a ser un pacto transversal que garantice de verdad la estabilidad y la gobernanza de España.
Y este acuerdo transversal, si no se configura una mayoría clara de centro-derecha basada en la suma de PP y Ciudadanos, pasará de nuevo por una alianza que tenga su base en el centro-izquierda del PSOE pero que cuente también con los apoyos tanto de la izquierda radical representada por Podemos, todas sus confluencias e IU, como del centro-derecha liberal representado por Ciudadanos. Sin descartar otros apoyos posibles de fuerzas nacionalistas y regionalistas como el PNV, ERC, CDC, CC, NC…
Si unos y otros no se ponen ya desde ahora mismo a dialogar, negociar, transaccionar y comenzar a pactar, tendremos que reconocer que, efectivamente, Spain is different. Porque unas terceras elecciones en menos de un año nos convertirían en el hazmerreír mundial.