Vuelven los módulos, se acerca la quiebra de la Seguridad Social

En España hace falta más de un trabajador para sostener a un jubilado y en un país de 47,5 millones de personas, donde solo 19 millones y poco trabajan para mantener al resto

Se está celebrando en Valencia el Four day week international Summit, un evento que promueve la reducción del trabajo a 32 horas semanales. El encuentro ha contado con el entusiasta apoyo de los líderes sindicales de CCOO y UGT, así como de dirigentes de la izquierda como Yolanda Díaz, Íñigo Errejón y Mónica Oltra, entre otros.

La idea de trabajar menos es siempre sugerente, yo sin ir más lejos instalo mi paraíso mental en cualquier playa donde leer novelas históricas de la familia Sahara y escuchar música de Lorena McKennitt mientras no me agobian los plazos para entregar trabajos ni pienso en como cubrir todos los gastos para llegar a fin de mes.

La propuesta de ganar menos y trabajar más es la cúspide de la pirámide del populismo que encarna a Yolanda Díaz, los sindicatos y todos sus acólitos. España es uno de los países avanzados con menor productividad y con menor tasa de empleo sobre la población activa. La preocupación de los políticos gobernantes debería ser como hacer crecer esos ratios, dado que su actual situación pone en riesgo el futuro del sistema de pensiones en España.

Cualquiera, excepto nuestros felices gobernantes que cuentan con historiales de cotización en la Seguridad Social en blanco, se da cuenta de que a menos cotizantes y menos cuantía de dicha cotización, antes llegará la quiebra del sistema de pensiones en España.

El único objetivo de Escrivá y su gobierno es recaudar más a coste de cargarse la clase media

Hace mucho tiempo, el Gobierno ya decidió cargar el sostenimiento del sistema de jubilación solo sobre los autónomos y los trabajadores del régimen general de la Seguridad Social, que trabajan en el sector privado, reduciendo la jornada laboral del sector público a 35 horas. La pandemia ha apuntalado la reducción del trabajo en el sector público con la implantación del teletrabajo sin control alguno.

Colapso público de pensiones

Dos datos incontestables garantizan el colapso del sistema público de pensiones: el crecimiento del empleo público por encima del privado y el incremento de los costes laborales del sector público por encima de la empresa privada. En resumen, el sector público gasta más en salarios a más gente y el coste de los mismos recaen cada vez sobre menos gente que gana menos.

La señal de alarma inequívoca es que a día de hoy, en España, la pensión media de las personas que acceden a su merecida jubilación es mayor que el primer salario que percibe un joven que empieza la carrera laboral. Digámoslo de forma cruda: hace falta más de un trabajador para sostener a un jubilado y en un país de 47,5 millones de personas, donde solo 19 millones y poco trabajan para mantener al resto. Así las cosas, el desastre está a la vuelta de la esquina.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. EFE/ Fernando Alvarado

El ministro José Luís Escrivá anunció esta semana la resurrección de los módulos como sistema de cálculo de ingresos. Desde los tiempos de Felipe González, la Seguridad Social y la administración tributaria lucharon, denodadamente, para que sectores como la hostelería y el comercio pasarán de los módulos, que no permiten una estimación real de ingresos, a pagar IRPF para así liquidar los ingresos reales y evitar el fraude de la estimación a la baja que suponían los módulos.

Emular a los tarotistas

Este esfuerzo de años, Escrivá lo mandó al carajo al anunciar que los autónomos el próximo año deberán emular a los tarotistas y pagar en función de una auto previsión de ingresos. Solo alguien que tiene por objetivo esquilmar a un trabajador y que jamás ha sido autónomo y ha vivido el Dragon Khan del día a día de un trabajador por cuenta propia, puede tener una idea tan absurda como la que un autónomo haga una previsión de cuáles van a ser sus ingresos. Ni David Copperfield es capaz de adivinar eso.

Esta semana, Escrivá también ha anunciado que se va a alargar de 25 a 35 años o, incluso, a toda la vida laboral el método de cálculo de la pensión a percibir. Todo esto sucede en el contexto de los avisos de Bruselas de que vincular las pensiones a la evolución de la inflación, tal como ha hecho el Gobierno español, es insensato y garantía de quiebra del estado y de su sistema de protección social.

José Luís Escrivá, la Ministra chulísima, Yolanda Díaz, y el resto del consejo de Ministros, así como los sindicatos, alegan que con todas estas reformas se garantizan las pensiones, pero no es cierto. La realidad es que los trabajadores del sector público tendrán más ventajas y los del privado y autónomos pagarán más impuestos y cargas sociales. El único objetivo de Escrivá y su gobierno es recaudar más a coste de cargarse la clase media.

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