Voto libre

Los ciudadanos de Cataluña decidirán con su voto el inicio de un nuevo ciclo histórico que, pase lo que pase, afectará a España entera. Probablemente, con el tiempo se podrá analizar que es el fin real del franquismo y del régimen que pactó bajo el ruido de los sables. Es curioso que ha sido esta última semana donde la exagerada y abusiva campaña de amenazas del unionismo ha pinchado estrepitosamente convirtiéndose en un boomerang. Rajoy se topó con uno de los pocos artículos de inspiración directamente republicana de la Constitución. Una pequeña venganza sobre este sucesor del franquismo sociológico.

El artículo en cuestión fue redactado, no sólo para homologarse con las democracias más avanzadas, sino de forma cautelar para que España no cometiera nunca más la ignominia que cometió el criminal dictador de negar la nacionalidad a todos los exiliados. Un hecho que facilitó voluntariamente el encarcelamiento y muerte de decenas de miles de republicanos en los campos de exterminio nazi. Y todavía hay quien se atreve a llamar nazi a una sociedad como la catalana, que proporcionalmente es la que tiene más gente enterrada por culpa del nazifranquismo. Por eso, ahora, los nacidos españoles no abandonan nunca, si no es por voluntad propia, su nacionalidad. Y en caso de adquirir otra la pueden renovar antes de 3 años.

O sea que una Cataluña Independiente, de facto, representaría como si 7 millones de españoles hubieran emigrado a otro país y por tanto conservarían su nacionalidad y todos sus derechos. Por lo tanto, ¿quién tendrá ganas de solucionar este limbo de forma inmediata? España. Porque mientras no reconozca al nuevo estado, en ella tendrán derecho a voto una buena parte de estos siete millones en elecciones como las europeas, precisamente. La propia Unión Europea, tras el final feliz de la entrevista convirtió en Trending Topic: «¿Y la europea?», También deberá abordar el problema de siete millones de ciudadanos europeos sin territorio reconocido.

Hay más. Por la misma razón y por el hecho de que es un contrato entre trabajadores y Estado absolutamente blindado, las pensiones deberán ser pagadas por el Estado mientras no reconozca la nueva República. Cuando la reconozca, vendrán las negociaciones para rebajar el coste en España.

Y ¿qué decir de la banca y las amenazas de cuatro grandes empresas vinculadas a las decisiones del BOE?. La banca y el cliente tienen un contrato privado que nunca se puede vulnerar, a menos que el banquero quiera acabar ante la justicia. Si el tema es que quieren cerrar oficinas o cambiar las sedes, no hay problema; ya se han empezado a detectar transferencias de cuentas hacia la única Caja que queda y hacia la banca ética e internacional. El BBVA daba marcha atrás ante una ligera presión del Colegio de Médicos. Y Linde, donde dije digo, digo Diego. O sea que el corralito ha tenido marcha atrás.

Y con respecto a la Unión Europea, el enano infiltrado del PP en el área de traducción se ha cubierto de gloria añadiendo todo un párrafo, desmentido inmediatamente por Europa. Días de gloria para el unionismo.

Dicho eso. No sé qué pasará. Pero nada será igual, como habíamos soñado quienes luchábamos por la ruptura en los 60 y los 70 y no fue.

Ahora bien los ciudadanos tienen derecho a votar por convicciones y en base a razonamientos. Que todo el mundo huya de votar por miedo a que nos van a hacer y vote a los responsables de las amenazas. Sería suicida.