Volver a votar
Los partidos buscarán el voto caliente que garantice cerrar el conflicto catalán: o bien con el 155 o con el diálogo
Una parte de la opinión pública ha puesto el grito en el cielo por tener que afrontar, una vez más, un proceso electoral que consideran repetitivo, tedioso y que no arreglará nada. El sentimiento de que votar ya no sirve para abordar los problemas de fondo impone plantearse una cuestión ¿Para qué volver a votar?
Una buena parte de los partidos populistas buscan accionar los votos para criticar/debilitar la democracia; una democracia que, paradójicamente, es el sistema que permite y defiende el derecho del voto a los ciudadanos.
Se pasará del voto de tu vida que debía conducir a la República al voto resistencia para evitar que se aplique el 155
Valores como la libertad, la democracia, la solidaridad, los servicios públicos, la sociedad del bienestar o la libre circulación de las personas, entre otros, ahora son utilizados por partidos populistas como valores negativos que hay que combatir con el apoyo de los votos.
Al voto accionado como negación debemos sumar otras fórmulas que se pondrán en marcha en estas próximas elecciones generales. Son los votos de resistencia e identidad. Se pasará del voto de tu vida que debía conducir a la república al voto resistencia para evitar que se aplique el 155.
Se trata de plantear que apoyando con el voto al independentismo se podrán defender mejor los derechos de los catalanes en Madrid, aunque hayan sido los mismos partidos que han dejado caer a Pedro Sánchez. Es el voto de resistencia contra los juicios, contra la aplicación del artículo 155 y contra la España fascista de Vox.
Ciudadanos buscará estimular la idea de que la única fuerza política que puede vencer son ellos
Habrá un voto no pasarán de la unidad de izquierda contra el avance de las derechas patrióticas que quieren acabar con la memoria histórica y los derechos sociales. Incluso habrá una oferta, como la que plantea Ciudadanos, que buscará estimular la idea de que la única fuerza política superadora del PSOE, PP, Vox, Podemos, los partidos independentistas y los nacionalistas vascos la representan ellos.
Para una gran parte de los votantes, no resulta muy inspirador llegar al 28 de abril para dirimir en decantarse hacia más conflicto catalán o más España mientras avanza la recesión económica en Europa.
En busca del voto caliente
Estas nuevas elecciones nos sitúan ante el dilema de defender una sola España, como promueve la derecha patriótica, o superar los bandos y apostar por la convivencia en una España abierta y diversa.
En estas elecciones, los partidos buscarán provocar un voto caliente, que queme, que consiga reblandecer las urnas de metacrilato para que surja de ellas un resultado que garantice poder cerrar el conflicto catalán aplicando el artículo 155 o poder cerrarlo manteniendo la ilusión del diálogo con el independentismo.