Variaciones sobre el »España nos roba»
Durante años, en Cataluña hizo fortuna el «España nos roba» copiado del «Roma ladrona» de la Liga del Norte. Los ejemplos sobre el tema son infinitos y podemos citar, a modo de ejemplo, la pancarta de «España nos roba. 6000 millones Euros de expolio fiscal/año» con el logo de ERC; o el cartel de las juventudes de ese mismo partido «Cada segundo España nos roba 450 euros. Basta de expolio fiscal» o la portada del diario El Punt Avui: «España nos roba (y ahora ya se puede decir)» (14-12-2011).
Esta curiosa portada viene porque la entonces Presidenta del Parlamento de Cataluña, Núria de Gispert, decidió prohibir a los diputados decir «España nos roba» desde el atril y, finalmente, dio marcha atrás. El episodio protagonizado por Núria de Gispert nos da la medida de lo frecuente que era oír en la política catalana el «España nos roba», incluidos los políticos de su propio partido, CiU por aquel entonces, que publicó el cartel «La España subsidiada vive a costa de la Cataluña productiva» o el vídeo de sus jóvenes nacionalistas, con el HT #espanya esnroba en el que un ladrón vestido de España roba la cartera de un hombre que acaba de sacar dinero de un cajero.
En segundo lugar, se han dado cuenta de que si pretenden conseguir una mayoría para llevar a cabo la separación con el resto de España necesitan los votos de las personas nacidas en otros lugares del país y los de sus descendientes por lo que acusar a sus familiares de ladrones no acaba de ser una buena estrategia. Finalmente, los partidarios del Brexit utilizaron argumentos similares para apoyar la salida del Reino Unido de la UE pero, al día siguiente de ganar el referéndum, negaron que esto fuera así a pesar de que durante las campaña pasearon por todo el país autobuses que llevaban escrito que cada semana enviaban 350 millones de libras que podrían ser usados para el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña.
El hecho de que los separatistas ya no verbalicen el «España nos roba», no quiere decir, ni mucho menos, que no lo sigan usando, solo que ahora lo hacen con variaciones más sutiles. Un ejemplo de ello son las palabras de la Consejera de Enseñanza, Meritxell Ruiz, expresadas en un pleno del Parlamento: «Aquí en Cataluña somos los terceros en pagar y los décimo primeros en renta disponible cuando en Extremadura es al revés, son de los que menos pagan y de los que más cobran».
En ese momento, no pudo seguir hablando porque sus compañeros de filas la interrumpieron con sus aplausos, pero luego sigue: «ya nos gustaría en Cataluña ser iguales como Extremadura, ya no digo ser mejores, al menos, ser lo mismo y les aseguro que no hubiéramos pasado por donde hemos tenido que pasar». Si bien es cierto que el sistema de financiación autonómico está mal diseñado y peor ejecutado, pues es opaco y totalmente arbitrario, por lo que es necesario transformarlo, no se puede achacar a otras Comunidades Autónomas los recortes, en Educación, en este caso, cuando CCAA como Madrid y Baleares realizan un mayor esfuerzo fiscal y, aun así, recortaron la mitad que Cataluña en Educación.
La sra. Ruiz da esos datos asesorada por el dr. Oriol Amat que, según publica Tiempo, es el tercer político más rico de toda España. No es difícil pensar la indignación que producen las palabras de personas acomodadas usando diferentes variaciones del «España nos roba» en personas que viven en la precariedad permanente de los contratos temporales y las ayudas sociales o en las personas que pese a trabajar, no llegan a final de mes o en los autónomos que ven como tienen que pagar unas cuotas fijas ingresen lo que ingresen.
Si una región recibe más ingresos que otra es porque tiene peores condiciones, más paro y menos oportunidades para sus ciudadanos y esto sucede no solo entre comunidades autónomas sino también entre provincias e incluso barrios de una misma ciudad. No se puede permitir estas manifestaciones de populismo ni atizar el odio de unas regiones contra otras. Ante los retos que se le presentan a España y a toda la Unión Europea, es necesario buscar lo que nos une para poder buscar soluciones conjuntas a problemas que son comunes y, desde luego, acusar a los demás de robar no es la mejor manera de encontrar complicidades.
No, España no nos roba, los que roban son los políticos corruptos y eso es lo se debe combatir.