Unai Sordo, o el liderazgo de futuro para CCOO

Sordo, el nuevo dirigente de CCOO, reivindica una profunda reforma fiscal, con el trabajo en el centro del debate político y social

El 11 Congreso de CCOO ha confirmado el relevo de Ignacio Fernández Toxo por Unai Sordo. Se trata de un relevo generacional en toda regla. El mandato de Toxo ha consolidado un profundo cambio organizativo en el interno del sindicato y una profunda reflexión sobre la propia situación y función del sindicato. Como he dicho en otra ocasión, Toxo ha llevado a cabo “una revolución tranquila” en el seno del sindicato y la unificación de este. Toxo. por otra parte, ha sido el motor del relevo generacional en la máxima responsabilidad del sindicato. Seguramente por todo ello será un secretario general muy recordado por su acción positiva y unificadora en tiempos muy difíciles.

Con Unai Sordo llega la renovación y la tarea del salto adelante. De salir del interno del propio sindicato y lanzar una ofensiva hacia la sociedad, para conseguir ampliar y fortalecer el papel fundamental que debe tener el sindicalismo de clase en la sociedad actual si deseamos un cambio en profundidad del actual estado de cosas.

El Congreso ha sido sin duda un éxito en cuanto de forma muy mayoritaria el sindicato ha acordado las bases de sus políticas futuras en sus documentos congresuales.

En un sindicato se debe tener como máxima prioridad una acción unificadora

Es precisamente entre otras razones la de evitar que la Confederación sea patrimonializada por las grandes organizaciones junto con la de promover una fuerte renovación que Toxo propuso a Unai Sordo como secretario general.

Unai es un secretario que sale con fuerza. Y eso tuvo dos demostraciones. La primera es su elección con casi el 90% de los votos como secretario general lo que le da una legitimidad por encima de cualquier duda. Y segunda su primer discurso como secretario general. Creo que en mis 43 años de militancia sindical en CCOO nunca he visto un discurso más conciso, profundo y que concretara tanto los objetivos del sindicato como el que pudimos oír a Unai en la clausura del Congreso.

Unai en su intervención enlazo con las raíces del sindicato, pero a la vez retrató la nueva realidad del mundo del trabajo. Reivindico la centralidad del trabajo, de un mundo del trabajo mucho más plural y diverso que antes y planteó que debe ser el sindicato el que integre a los trabajadores ante la desintegración de los centros de trabajo de las empresas. El sindicato debe ir a buscar a las trabajadoras y trabajadores allá donde estén, especialmente a los más precarios, a los jóvenes y las mujeres. El sindicato debe tener una presencia activa en todos los centros de trabajo y ser el factor de estructuración y de concienciación de la clase trabajadora. El que haga que todas las personas trabajadoras sean conscientes de que no hay salida individual sino colectiva al actual estado de cosas.

Sordo reclama la necesidad de una profunda reforma fiscal donde las empresas paguen como la gente trabajadora

Unai reivindicó todos y cada uno de los planteamientos del sindicato. El derecho a disputar el reparto de la riqueza en primer lugar en el seno de las empresas y en segundo lugar en la sociedad. Reivindicó la necesidad de una profunda reforma fiscal donde las empresas paguen como mínimo tanto como paga la gente trabajadora, rechazando propuestas poco útiles como el impuesto a los robots que podrían desincentivar el incremento necesario de la productividad, en definitiva un solo impuesto pero efectivo y justo sobre los beneficios empresariales.

Unai Sordo reclamó otro modelo económico más justo socialmente pero a la vez más eficiente económicamente. Mejores salarios, empleos dignos, renta mínima garantizada, que como aclaró no desincentiva la búsqueda de trabajo sino los empleos indignos. Defensa, mejora y potenciación de lo público, en sanidad, en educación, en servicios sociales, en prestación al desempleo, en pensiones donde posiblemente CCOO tiene las propuestas más elaboradas que nadie. Todo ello permitiría un mayor nivel de compra interna y daría un mayor y mejor desarrollo de nuestra economía.

El nuevo secretario general de CCOO quiere que el trabajo recupere su espacio central en el debate social

Sordo reclamó la derogación de las reformar laborales, objetivo difícil con la actual correlación política, pero defendió con mayor fuerza la necesidad de mayor “poder sindical” en todos los ámbitos laborales que permita la mejor defensa de las personas trabajadoras y disputar la hegemonía a los empresarios.

Estas son algunas de las múltiples cuestiones que abordó con claridad y de forma concisa Unai, que reivindicó finalmente el papel del sindicalismo confederal y de clase como único representante de la clase trabajadora, lo que no debe ser óbice para construir alianzas profundas con los movimientos sociales emergentes. Finalmente reivindicó a CCOO y al movimiento sindical como el mayor intelectual colectivo de la izquierda existente en el estado.

Sin duda estamos ante el inicio de un mandato de un joven liderazgo de una persona honesta, preparada y cercana que puede dar muchas satisfacciones a la clase trabajadora.