Una sentencia del Supremo amenaza la fábrica catalana de Pinturas Valentine

Barnices Valentine ha elevado al Tribunal Supremo un escrito en el que se opone a la ejecución de la sentencia de 2012 que declaró ilegal la modificación del plan general metropolitano del suelo donde se levanta la moderna fábrica de la compañía en Montcada i Reixac. La ejecución de la sentencia podría entrañar en última instancia la demolición de la planta.

Dicho ayuntamiento aprobó en 2006 el proyecto de reparcelación de los predios de Can Milans y permitió erigir la factoría en una zona verde del polígono. El municipio vecino de La Llagosta y varios de sus habitantes se opusieron mediante recursos ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya. Éste declaró nula la recalificación de los solares y el pleito llegó al Supremo, que falló a favor de La Llagosta.

Valentine vendió a la inmobiliaria madrileña Reyal Urbis su vieja fábrica de Montcada, situada en el centro de la población, por 75 millones de euros. Acto seguido construyó su nuevo recinto industrial en Can Milans, con un coste de 40 millones.

Fuentes de Valentine afirman que la empresa siguió escrupulosamente todos los trámites legales y administrativos y tiene la licencia de actividades. Además del recurso de oposición, hay en marcha negociaciones para lograr una salida a este enrevesado asunto. El ayuntamiento de Montcada, la Generalitat y la empresa están de acuerdo.

Valentine, controlada desde 1995 por el grupo portugués Corporaçao Industrial do Norte, produce en Montcada pinturas industriales con la marca CIN y de decoración con la marca Barnices Valentine.

El año pasado, sus ventas experimentaron la primera ascensión desde 2008 y sumaron 35 millones de euros, con alza del 4%. Los resultados negativos se comprimieron de 7,9 a 4,2 millones. La firma está presidida por João Serrenho. Entre sus vocales figura Luis Basté López de Sagredo, hijo de Alfredo Basté Schwartz, quien fundó Valentine en 1946.