Una holding de los Fradera (ex Uniland) gana 102 millones
Las empresas cementeras languidecen, con unas perspectivas poco halagüeñas a corto plazo. El año pasado el consumo de este material de construcción se hundió un 19% y queda en niveles de los pasados años sesenta. El desplome acumulado desde los máximos de 2007 rebasa el 80%.
Sin embargo, como en el juego de los vasos comunicantes, cuando unos pierden, otros ganan. Es el caso de Santiago Fradera Butsems, de la industria cementera catalana Uniland, quien junto con sus viejos socios la vendió en 2006 a la constructora madrileña FCC, feudo de Esther Koplowitz. El pelotazo, uno de los más suculentos propinados nunca en Catalunya, supuso para los accionistas un ingreso de casi 2.000 millones de euros.
Santiago Fradera poseía el 16%. Concentró parte de los fondos recaudados en la sociedad de cartera Lumbier de Inversiones, que había constituido algún tiempo antes en Luxemburgo. Fradera falleció hace un par de veranos a la edad de 92 años.
En 2013, Lumbier cerró un ejercicio esplendoroso, con 102 millones de beneficio neto. Dispone de 131 millones en recursos propios. Participa en cinco firmas inmobiliarias y energéticas, tres de ellas domiciliadas en Barcelona y dos en Alemania. En este último país es titular de varios edificios sitos en Berlín y Hamburgo.
En fechas recientes, el consejo de administración de Lumbier ha experimentado algunos cambios. El nuevo presidente es Pablo Güell Fradera, quien sustituye a Raquel Fradera Lloret. Se nombra consejero delegado a un hijo de ésta, Alejandro Arenas Fradera, familiar del incombustible líder pepero de Andalucía. Y Victoria Pérez-Portabella Fradera ocupa la vicepresidencia.