Un suspenso que es un aprobado general

 

Cinco entidades españolas no han superado las pruebas de resistencia que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha llevado a cabo para medir el riesgo y la solvencia del sistema financiero europeo. De los ocho suspensos, cinco son españoles. Entre ellos, dos catalanes: Catalunyacaixa y Unnim. Paradójicamente, el gobernador del Banco de España se ha esforzado en explicar que, pese al suspenso final, el resultado debe entenderse como un aprobado general. Justo lo mismo que han intentado explicar en las últimas horas las propias entidades que han sido señaladas por la EBA como las peores del curso.

Pero tanto la caja de ahorros que dirige Adolf Todó como la de Jordi Mestre defienden que si no les hubieran cambiado las reglas contables a mitad del partido, hubieran resuelto con éxito la evaluación europea. El problema no ha sido otro que la diferente consideración que se ha tenido sobre las llamadas provisiones genéricas, una parte del pasivo bancario no exigible por terceros, que la autoridad financiera europea ha decidido no computar como capital básico.

Aunque los usuarios y los impositores de las cinco entidades que han sido cateadas en la prueba de estrés (que mide lo que sucedería en una hipotética situación límite de crisis económica) pueden estar tranquilos, nuestro sistema financiero debe hacer una reflexión. No hace ni dos años que tanto los grandes banqueros como los representantes políticos del país (con Zapatero al frente) se vanagloriaban en el mundo de tener el mejor sistema financiero del planeta. Acababa de reventar Lehman Brothers y el pecho de nuestros representantes iba golpeando unos metros por delante de su cerebro.

Visto lo visto, un poco de prudencia entonces hubiera hecho más digerible la situación actual. Son cinco suspensos a un examen al que toda la banca española se ha presentado. “Estamos más sólidos que en el resto de Europa”, sostiene Mafo, el gobernador del Banco de España. Podemos estar de acuerdo, pero tanto el instituto emisor como nuestros políticos deberían haber hecho un ejercicio de prudencia. A los clientes de Unnim, Catalunyacaixa, Banco Pastor, CAM y Caja 3, un único consejo: estén tranquilos. Entre otras razones, los cinco se han presentado al examen y han defendido su presente y están luchando por su futuro