Un banco gallego ¿venezolano?

Lo hemos dicho por activa y por pasiva: la privatización de Novagalicia y de CatalunyaCaixa pondrá a prueba al ministerio de Economía, y en concreto al FROB, sobre el proceso de reconversión del sistema financiero español.

Parece que finalmente los inversores venezolanos de Banesco se han quedado con las cajas de ahorros gallegas. Había dos formas de abordar el proceso. Una, la que parece que ha prevalecido: ¿quién paga más y da las mejores condiciones a corto plazo?. Otra, la que parecía más razonable, tenía una visión mucho más de largo término. Se trataba de ajustar la entidad gallega a la dimensión necesaria y, por otra parte, trasladar su sede social a Madrid o a Barcelona. Dependía de si la subasta la ganaba BBVA o Caixabank.

Pero al final ni los fondos de inversión extranjeros ni la gran banca española. El ganador de la subasta, según las primeras informaciones, es un banco de origen latinoamericano. Venezuela, o el capital emanado de allí, se ha alzado con el éxito de la operación.

 
El FROB filtró que Caixabank ofrecía 350 millones para cubrir las preferentes. ¿Hará Banesco lo mismo?

No hay en mi crítica ningún tipo de apriorismo sobre el origen de Banesco, una economía planificada ordinariamente en un país donde todavía la utopía enmascara actuaciones bananeras suficientemente conocidas en Occidente. La crítica está en cómo el Gobierno de Mariano Rajoy ha procedido con la subasta de las cajas gallegas, el 40% del mercado financiero en la comunidad.

Parece que el ministerio de Economía y el FROB no han considerado la posibilidad de mantener la españolidad del capital. No por su origen, sino por la preocupación que BBVA y Caixabank tenían sobre la problemática real de la entidad gallega. ¿Podremos, por ejemplo, garantizar que Banesco cubra los problemas de los 70.000 preferentistas gallegos afectados por ese producto financiero que nació en la época de vacas gordas y ha acabado dinamitando la confianza de los ahorradores en las instituciones financieras?

Sin ir más lejos, el propio FROB filtró que Caixabank había puesto sobre la mesa 350 millones de euros para cubrir el problema de las preferentes. ¿Hará Banesco lo mismo? Es posible que los mil millones que ingresará el FROB vayan bien a las arcas del Estado, pero dudo que el dinero venezolano sea igual de interesante para los ahorradores gallegos y para los trabajadores de la entidad.