Tripartito de derechas para Andalucía
Si las derechas no logran un acuerdo en Andalucía, volverán a dejar España en manos del PSOE
La pírrica victoria de Susana Díaz precipita al partido socialista a quedar en manos de la capacidad que tenga la derecha patriótica para formar gobierno. Después de 40 años de gobierno socialista en Andalucía, la comunidad autónoma más poblada de España puede ser el laboratorio que defina la España de los bloques políticos.
Si Vox, Ciudadanos y el PP logran ponerse de acuerdo provocarán la definitiva alianza del PSOE con Podemos en toda España. La nueva España de bloques políticos destronará a la España bipartidista convirtiendo al bloque nacionalista e independentista en árbitros del futuro gobierno de España
La duda es si las derechas patrióticas lograrán ponerse de acuerdo para gobernar
La pregunta clave es si las derechas patrióticas, tal como se han expresado en la campaña electoral andaluza, serán capaces de dejar sus diferencias para gobernar. El principal precedente que nos recuerda a la situación andaluza fue la que se vivió en Cataluña con el primer tripartito de izquierdas entre ERC, PSOE e Iniciativa per Catalunya Verds.
Entonces los argumentos que se barajaron para explicar la razón por la cual desbancaban a CIU aunque éste hubiera ganado las elecciones fueron: desbancar por fin a CIU después de más de veinte años de gobierno da sentido a la alternancia política que representa una de las bases de toda democracia y permite impulsar políticas de izquierda tras años de políticas de derechas.
Estos argumentos pesarán ahora en la decisión de las derechas patrióticas, aunque Ciudadanos busque situarse como partido de centro alejado de los extremos.
El ascenso de Pedro Sánchez puede ser el final del bipartidismo político en España
El precio que deberán pagar si las derechas no logran un acuerdo para hacer gobierno es volver a dejar en manos del PSOE la pista libre en Andalucía y España.
El dibujo político que puede quedar de las elecciones andaluzas creará las condiciones para que las próximas elecciones municipales y europeas certifiquen el final del bipartidismo político en España; un bipartidismo que ha tenido tal vez su último acto con el ascenso de Pedro Sánchez al gobierno.
El papel de la extrema derecha
La situación andaluza nos sitúa ante un preocupante escenario político, donde un partido de inspiración lepenista y de extrema derecha, como es Vox, puede condicionar gobiernos y debilitar las instituciones.
Implicará radicalizar la posición del PSOE hacia posiciones más centralistas en relación a la defensa de España para evitar la fuga de votos, como ya ocurrió en Cataluña, donde Ciudadanos se llevó muchos votos del PSC en ciudades como Hospitalet.
Podemos ver cómo los malos resultados de Susana Díaz pueden provocar un adelanto electoral en España. Y, sobre todo, los partidos nacionalistas e independentistas van a coger mayor protagonismo en las elecciones generales.
Sólo el fracaso de las derechas patrióticas para conformar gobierno en Andalucía puede ralentizar la articulación de la España de bloques políticos duros y antagónicos. Susana Díaz, en muy poco tiempo, lo ha perdido todo, incluso a Andalucía que ha votado a una fuerza política como Vox que va en contra de las España de las autonomías