Tres ensayos y una novela para entender el procés antes del 1-O

Bassets, Tobeña, Duran Lleida y Amat se adentran en el procés soberanista para buscar razones y soluciones con el referéndum del 1-0 de fondo

Verano. Luz solar, y tardes largas. En el horizonte, a la vuelta de la esquina, el referéndum del 1 de octubre. Y, poco antes, la Diada del 11 de septiembre. Serán ya cinco años de grandes manifestaciones de signo independentista, sin que se haya alcanzado un consenso sobre qué salida política puede tener el llamado proceso soberanista. Cuatro libros se acercan a ello, con visiones distintas, que invitan a leer, ahora que tenemos más tiempo: Lecciones españolas, de Lluís Bassets; La pasión secesionista, de Adolf Tobeña; Un pa com unes hòsties, de Josep Antoni Duran Lleida, y la novela de Nuria Amat, El sanatorio, obras editadas en ED Libros.

El periodista Lluís Bassets ha analizado todo el periodo del proceso soberanista, con especial atención a la figura de Artur Mas y a sus inicios como presidente de la Generalitat, tras ganar las elecciones en noviembre de 2010. Su voluntad de aparecer como adalid de la buena gestión económica, equivalía en aquel momento a recortar el gasto público, y a aparecer como el rey de los recortes, en contraste a la mala gestión, a su juicio, del tripartito que presidió José Montilla. Bassets ahonda en las contradicciones del movimiento soberanista, y en las necesidades de Mas de ir aguantando en el poder, con la sombra de la corrupción sobre su partido, Convergència Democràtica. Los matices, los detalles, la mirada sobre todos los ángulos del conflicto político, forma parte del sello personal de Bassets, que apuesta y se moja.

Con el lema de Pere Bosch i Gimpera en el frontispicio, “España será la de todos, hecha por todos, o no será”, Lluís Bassets cree en una reforma de la Constitución: “La reforma constitucional debe ser profunda, seria, valiente, de forma que se aborden todos los problemas pendientes y se resuelvan con sentido histórico y visión de Estado, es decir, para los próximos cuarenta años al menos”.

Bassets reclama una reforma constitucional profunda, con sentido de estado

Bassets asegura que la reforma constitucional “no debe dirigirse a los independentistas, aunque hay que intentar que participen en el debate y puedan incorporar lo mejor posible sus puntos de vista”.

La intención de Adolf Tobeña, catedrático de psiquiatría en la facultad de Medicina de la UB, es otra. Lo que pretende es ahondar en las claves colectivas que explican el auge del soberanismo. Y en los efectos “gregarios” que se producen. En La pasión soberanista, Tobeña apunta que la sociedad catalana se ha dividido, y que sobre ella ha actuado “la propaganda”, consiguiendo un efecto de “enamoramiento” sobre una expectativa, sobre un estado catalán propio, que mejoraría la vida a todos los catalanes. Con numerosos casos de experimentos sociales en diferentes países,

Tobeña analiza en profundida el efecto de las banderas, cuando prolifera en espacios públicos. Muchos catalanes y ciudadanos del resto de España verán en las rotondas y espacios públicos de los pueblos catalanes, cuando acudan de vacaciones, enormes estelades, que logran la sensación de que se está a las puertas de un nuevo estado.

Amat dialoga con Kafka, Zweig o Flaubert y denuncia el momento populista en Cataluña y Europa

Josep Antoni Duran Lleida escribía sus cartas semanales a los militantes de Unió Democràtica. Una selección de esas cartas, con un prólogo y un epílogo, conforma Un pa com unes hòsties, en el que Duran insiste en que el único camino posible es el diálogo y la renuncia a proyectos maximalistas. Duran recrimina a los dirigentes soberanistas que quieren conducir a la sociedad catalana hacia un camino sin salida, pero insiste en que el Gobierno central debería haber reaccionado mucho antes, con una propuesta propia, impidiendo el choque político, que, casi con un fatal determinismo, llegará el 1 de octubre.

Enferma de literatura llega Nuria Amat, con la novela El sanatorio. Se trata de Cataluña, pero también de Europa, territorios donde acecha el populismo, sea con proyectos de derecha que se encierran en sí mismos, o con planes secesionistas, como es el caso del soberanismo catalán. Amat habla con otros escritores, con Kafka, con Zweig, con Danilo Kis, o con Flaubert. Les hace hablar, explicar sus contradicciones, sus penas y sus miedos. Y con ellos otros escritores, que, desde un atril simulado, se atreven a decir las verdades del barquero en núcleos reducidos, pero no en público, donde prefieren callar.

El sol aprieta, pero hay sombras para poder leer con tranquilidad, para, desde la serenidad, reflexionar sobre qué ha pasado, y prepararse para un final de agosto hiperactivo, y los meses posteriores. El conflicto político existe, y es grave, pero los acuerdos suelen llegar después de profundas discrepancias. Los libros ayudan, siempre ayudan. Pero hay que leerlos.