Tracoinsa desaparece para siempre

Ya es historia la empresa Transportes Continuos Interiores, de El Papiol (Barcelona), que llegó a ser una de las más punteras de su sector. Nueve años después de instar el concurso de acreedores con un pasivo exigible de 90 millones, el juzgado que lo tramita ha dictado una providencia por la que declara el archivo del expediente debido a la falta de activos realizables. En consecuencia, el juzgado ha librado mandamiento al Registro Mercantil para que dé por disuelta la compañía.

Así concluyen los más de treinta años de actividades de esta sociedad, fundada en 1980 por la familia López Alba. Tracoinsa, que tenía 900 trabajadores, llegó a ser una de las más destacadas fabricantes de maquinaria para automoción, con plantas de producción en El Papiol, Valencia, Valladolid, Navarra y Gijón, y filiales comerciales en EEUU, Francia, Reino Unido y Brasil. La firma contaba entre sus clientes con los principales productores de automóviles del país.

La suspensión de pagos se desencadenó en 2004, debido, entre otros motivos, a disputas entre los López Alba y el otro accionista relevante, el grupo madrileño Ibersuizas. Poco después del fiasco puso en marcha un expediente de regulación de empleo que afectó al grueso de la plantilla.