¿Trabajó Gowex para los espías durante el 15M?

En Economía Digital hemos formulado en los últimos diez días con insistencia las siguientes preguntas a diferentes ministerios y organismos del Gobierno con la callada como única respuesta: ¿Ha colaborado Gowex con los espías, la policía o Guardia Civil para obtener información sobre líderes de movimientos sociales? ¿Explica la presunta colaboración que la compañía de wifi superara a multinacionales como Telefónica en varias adjudicaciones? ¿Es esta la razón por la que Jenaro García se sentía intocable, como él mismo decía, para cometer su engaño?

 
Tanto el 15M como la primavera valenciana surgieron de las redes sociales y el Estado habría utilizado esas mismas herramientas para atenuarlos

Trasladamos las dudas abiertamente. Nuestras abuelas dirían que “quién calla, otorga” y los precedentes de juego sucio por parte del Estado existen: podríamos recordar al coronel Emilio Alonso Manglano, a las órdenes de Narcís Serra, que espió hasta al cardenal de Barcelona, Narcís Llubany. Supimos incluso la colonia que utilizaba el rey, ahora emérito, Juan Carlos: Calvin Klein. Más divertido, admitámoslo, y aunque apartado de las estructuras públicas es el caso Camarga; o el de Xavier Martorell. No digan que no es delicioso: Convergència espiaba a Unió y pagaba el Barça.

Lo de Gowex tiene esencia manglanil y salpica a PSOE y PP. Mayo de 2011, Puerta del Sol, Madrid. Los cabecillas del 15M reciben mensajes contradictorios en sus dispositivos móviles. La confusión que generan es tal, que el movimiento termina decapitado de líderes al imperar la desconfianza entre ellos. Alfredo Pérez Rubalcaba era el ministro del Interior y María Dolores Carrión la delegada del Gobierno. A diferencia de Barcelona, la concentración se disolvió sin una polémica contundente relativa a la intervención policial.

Los manifestantes (el 3G fallaba) estaban conectados a Gowex, empresa que habría permitido al Estado, según nuestras fuentes, husmear la información que se mandaba además de señalar a los responsables. Sucedió lo mismo en Valencia en febrero de 2012, con el PP en el Gobierno central. La policía repartió palos primero y sólo logró enquistar la situación. Días después, se repitieron los mensajes contradictorios y la protesta acabó disuelta.

Tanto el 15M como la primavera valenciana surgieron de las redes sociales y el Estado habría utilizado esas mismas herramientas para atenuarlos. Dudamos que nadie admita nada oficialmente, no somos tan inocentes, pero los hechos están ahí con o sin la participación de Gowex. Defendemos la existencia de los servicios de inteligencia… pero con inteligencia. Siempre nos ha llamado la atención el uso que da España a los espías. Por ejemplo, ¿ningún agente pilló a Urdangarin haciendo de las suyas? Estaba y está en juego la jefatura del Estado, ¿no les pareció motivo suficiente?