Trabajar después de cumplir 50

Los mayores de 50 son personas que van al grano, tienen en mente de forma constante su objetivo y, sobre todo, no se pierden

Aunque se trate de una frase manida, está claro que el futuro está en la juventud, como decía mi madre con gran sabiduría: “Los jóvenes también mueren pero los viejos no queda ni uno”. También es evidente que por lo general, las nuevas generaciones vienen más preparadas y tienen más formación las anteriores.

Sin embargo, cuando te acostumbras a seleccionar personal y a dar oportunidades a trabajadores sin apenas experiencia a través de contratos formativos, te encuentras de bruces con la realidad: las carencias asoman de manera inmediata a poco que hagas alguna presión.

En las empresas es imprescindible contar con trabajadores con experiencia

En toda plantilla siempre es necesario contar con colaboradores con experiencia que sepan priorizar en su día a día gracias a la capacidad adquirida a lo largo de su vida laboral de separar el grano de la paja.

Se trata de esa efectividad que otorga el saber diferenciar entre lo urgente y lo importante, algo clave en las empresas, ya que absolutamente todas necesitan optimizar tiempo y recursos.

En más de los treinta años que llevo haciendo empresa, le he dado la oportunidad a decenas de juniors del área tecnológica y existen ciertos departamentos en la empresa en los que el uso de trabajadores noveles está contraindicado.

Brindar tu futuro a la fortuna no es muy halagüeño desde un punto de vista empresarial

Voy a daros un ejemplo del mundo comercial que también se podría extrapolar a otros departamentos fundamentales de la empresa: I+D+i, soporte técnico y mantenimiento o un departamento económico.

La contratación de trabajadores inexpertos se convierte en un riesgo potencial en el área comercial, cuyo resultado en un porcentaje alto dependerá de factores aleatorios como la suerte, y brindarlo a la fortuna no es muy halagüeño desde un punto de vista empresarial.

El impacto de la crisis

Al área comercial le hizo mucho daño la crisis, sobre todo a aquellos comerciales a los que les pilló con más de 40 años. Muchos de ellos aún se encuentran en el paro y sin ninguna empresa que los valore.

Se trata de profesionales altamente cualificados de sectores donde la crisis hizo una enorme escabechina, como los comerciales del sector de la construcción o los visitadores médicos, que eran los representantes de los laboratorios farmacéuticos.

Son trabajadores con la suficiente experiencia como para plantarse delante de un cliente y convencerle de las ventajas de los productos y servicios de una empresa en detrimento de los de la competencia. Son personas que van al grano, tienen en mente de forma constante su objetivo y, sobre todo, no se pierden.

Aún mucho que dar

Todas estas características solo las puede pulir la experiencia, por lo que a priori son inalcanzables para alguien joven.

No podemos olvidar que la empírica es una de las partes fundamentales del conocimiento y que en una sociedad como la nuestra donde cada día se tiene menos en cuenta a los mayores, es el momento de que yo rompa una lanza por todos esos profesionales de más de 50 años que todavía pueden dar mucho a las empresas y, en definitiva, a esta sociedad.

Es patente que sí hay vida laboral a partir de los cincuenta, pero también está claro que las personas senior tienen que poner todo el empeño y el esfuerzo en reciclarse y formarse en las nuevas áreas y herramientas que van apareciendo, sobre todo en el ámbito tecnológico.