Torraspapel pierde 98 millones en dos años

La compañía Torraspapel ha conseguido comprimir a 20 millones de euros el déficit en el último año, frente a los 78 millones que perdió en 2012. El flujo de caja fue positivo en seis millones. Las ventas bajaron de 812 a 772 millones. De esta cifra, un 93% correspondió a la comercialización de papel, un 4% a la venta de energía eléctrica procedente de sus plantas de cogeneración, un 1% a celulosa y el resto a la prestación de servicios. Es de destacar que Torraspapel no registraba un nivel tan menguado de ingresos desde 2009.

La empresa posee seis fábricas de papel en España. Sus resultados han sufrido serios perjuicios como consecuencia de los cambios legales en materia energética instrumentados por el ministro de Industria José Manuel Soria, justo cuando acababa de ultimar la inversión de 50 millones en sus instalaciones de cogeneración. El año pasado, sus costes energéticos se incrementaron un 25%, con la consiguiente pérdida de competitividad.

La compañía dispone de casi 2.000 empleados y está dirigida por Eduardo Querol Solá, con rango de consejero delegado. Semanas atrás, se comunicó a la plantilla el cierre de la fábrica de Sarrià de Ter, donde trabajan 134 personas. A 91 de ellas se les ofreció recolocarlas en otros centros del grupo.

Se da la circunstancia de que la factoría de Sarrià de Ter es la primera que adquirió la entidad. Pertenecía de antiguo a la histórica firma papelera Torras Hostench, propiedad de la familia del mismo apellido. Torras Hostench levantó, en los aledaños de la guerra civil española, sendas fábricas en Sant Julià de Ramis y Sarrià de Ter.

Torras Hostench cayó en manos del grupo kuwaití Kio en 1986, que cambió su nombre por el de Torraspapel. Luego la catapultó a mascarón de proa de sus inversiones en España, mediante la sucesiva compra de otras empresas del mismo ramo en España y en el extranjero. En 1999, Kio traspasó Torraspapel al fondo CVC, por 312 millones.