Tomarse en serio a Trump
Trump convierte todo en ficción, como el rey Midas, transforma en oro todo lo que toca.
Una de las características de la fotografía de la ficha policial de Donald Trump, expresidente de los EEUU, es haber conseguido neutralizar el alcance jurídico, ético y político de sus presuntas acciones ilegales.
Ha sido capaz de convertir un hecho real – recordemos que se le acusa por su papel activo en los intentos de fraude electoral de las elecciones presidenciales de 2020 – en un fotograma de una película de ficción, donde el héroe desafía al sistema que intentar acabar con él. Tan poderosa es la expresión de la imagen, que es Trump, convertido en actor, y su equipo de asesores, convertidos en guionistas, quienes acusan a las instituciones y personas que lo han llevado hasta los tribunales y no a la inversa.
Imagen icónica
La fotografía ya ha alcanzado el status de imagen icónica; una imagen que se sustancia en el comportamiento de un dispositivo estético capaz de perforar la noción de justicia que tienen los ciudadanos. Su poder estético captura la atención de los ciudadanos que, con solo mirar por un segundo la imagen, se convierten en espectadores incapaces de juzgar si las acciones del personaje son o no son delictivas.
Trump convierte todo en ficción, como el rey Midas, transforma en oro todo lo que toca. Sin embargo, la pregunta que nos debemos hacer, si queremos evitar que la ficción que propone el populismo desplace los hechos de la realidad, es: ¿Cómo es posible que la policía del condado de Fulton, en Georgia, haya permitido que pose para la fotografía que consta en el documento, donde se recogen los antecedentes policiales que informan de los delitos o faltas a cometidos, mofándose ante la acusación de haber intentado manipular las elecciones?.
La fotografía de Trump realizada por la policía está siendo utilizada como una goma de borrar para eliminar sus delitos
La respuesta la encontramos en la cada vez mayor capacidad que tiene el populismo de apropiarse de la realidad y la poca resistencia de las instituciones públicas para no caer seducidas por sus provocaciones. Cada día vemos como muchos ciudadanos expresan, a través de las redes sociales o la opinión pública, su preferencia por las supercherías populistas que por ser informados a partir de la verdad.
La fotografía de Trump realizada por la policía, que está fascinando al mundo hasta el extremo de aplaudir su genio interpretativo, ha de ser vista como un nuevo intento de sustraer a la democracia sus propios mecanismos de control. La fotografía de Trump realizada por la policía está siendo utilizada como una goma de borrar para eliminar sus delitos, y mostrar una imagen que sugiera un acto decidido de rebeldía contra el sistema.