Todos mienten sobre la inflación
No es fácil volverle a poner el bozal a una inflación desbocada por lo mismo que no es fácil vestir un santo desnudando a otro sin que se note
La inflación está desbocada, más en España que en otros sitios, y la política de Pedro Sánchez no nos ayuda, porque básicamente consiste en: a) aguantar que pase lo peor del chaparrón sin poner otra cosa que paños calientes b) distraer al personal y mantener bien engrasadas las redes clientelares c) no bajar los impuestos, es más, subirlos: que se aprieten el cinturón otros d) si todo lo anterior no basta, directamente mentir.
La inflación está desbocada, más en España que en otros sitios, y la oposición del PP no nos ayuda, porque básicamente consiste en: a) rezar porque el chaparrón dure lo suficiente para, Dios mediante, llevarse a Pedro Sánchez por delante b) distraer al personal y mantener bien engrasadas las redes clientelares c) prometer bajadas de impuestos que invariablemente no suceden en cuanto el PP toca gobierno con mayoría: es más, sucede justo lo contrario, ¿se acuerdan de Montoro? d) si todo lo anterior no funciona, directamente mentir.
No es fácil volverle a poner el bozal a una inflación desbocada por lo mismo que no es fácil vestir un santo desnudando a otro sin que se note. ¿Que dejas que el IPC se dispare mientras las pensiones no se mueven? Indignado pánico de toda la tercera edad, especialmente entre aquellos que aún no se han enterado de que no cobran a cuenta de sus cotizaciones, sino de las de los que vienen detrás. Que lo cotizado hace diez minutos, hace nueve que se lo llevo el viento… ¿Que indexas las pensiones con el IPC? Pues las va a poder pagar Rita la Cantaora.
Lo cotizado hace diez minutos, hace nueve que se lo llevo el viento
Por cierto, de Rita Cantaora van a hacer los autónomos, a los que les van a pegar un hachazo en forma de cuotas estratosféricas literalmente a cambio de NADA, ni de una improbabilísima prestación de presente, no digamos de una imposible pensión de futuro, que todo lo que un autónomo cotiza, en fin, guarda más parecido con el impuesto revolucionario que con ninguna otra cosa…¿o no?
Asesinato silencioso del ahorro
Seguimos. ¿Que no subes los sueldos? Miseria de los trabajadores, asesinato silencioso del ahorro, holocausto de la economía familiar. ¿Que los subes? Infinitas empresas a la porra. ¿Políticas sociales? ¿Con qué, si todo va al gasto corriente de una sobredimensionada y archiinútil Administración, y a las ya mencionadas redes clientelares? Quien tiene funcionarios/pensionistas/sindicalistas con los que negociar colectivamente en bloque, tiene un tesoro político. A todos los demás, que les den. De todo, menos aire.
En otros tiempos colaba el discurso de la austeridad, espartana virtud que el PP consiguió hacer creíble en el pasado. Te contaban que arrimando el hombro un poco todos salíamos juntos del barranco, y hasta Mariano Rajoy podía ganar unas elecciones. El problema es que tanto va el cántaro de la austeridad a la fuente, tanto y tantísimo se ha exigido de una clase media literalmente chupada (y escupida luego) como un limón, que ya no queda de dónde morder. Es cómo buscarle una vena limpia a un yonqui.
En otros tiempos colaba el discurso de la austeridad, espartana virtud que el PP consiguió hacer creíble en el pasado
Entonces con sincera curiosidad me pregunto yo: ¿cómo vamos a salir de esta? Miren que hasta en la vecina Francia, el bueno de Macron tiene dificultades para defender su centro virtuoso frente al camarote de los hermanos Marx de Mélenchon, ensalada de tiros populistas al que con todo desparpajo se ha apuntado el declinante socialismo francés. Quien dice desparpajo dice cara dura, véase Salvador Illa haciendo como que no ve que la Generalitat republicana, Junts per Catalunya en la Diputación de Barcelona y Ada Colau en el Ayuntamiento son más venenosos para Cataluña que siete franquismos. Yo diría que en el mismo núcleo duro del PSC empieza a cundir alguna duda hamletiana sobre que la Ítaca socialista catalana al fin exista. Que no es lo mismo un tripartito presidido por Maragall o por Montilla que, pongamos, por Gabriel Rufián. Si Mélenchon se sale con la suya en Francia, será como si aquí saltáramos del fuego del sanchismo al rufianismo. ¿Estamos ready para eso?
¿Conclusiones? ¿Soluciones? En mi humilde opinión no hay atajos. Nunca los ha habido. ¿Se acuerdan de que en el 78, la flor y la nata de la economía, las ciencias y las letras se volcó en la política con más o menos acierto en cada momento, pero con verdadera pasión? La hora grave era percibida por todos, nadie con corazón se lavó las manos como Pilatos. Todos y cada uno eran conscientes de la necesidad perentoria de sumar fuerzas y actuar.
Estoy absolutamente convencida de que estamos en las mismas. ¡Hasta el punto de que yo misma, reticente por lustros a meterme en política hasta las cejas, decidí humildemente cruzar el Rubicón! Con todo mi corazón, con toda mi buena fe, con todo mi coraje. Nadie me podrá decir que no pongo todo lo que tengo. Y lo pongo en Ciutadans porque de verdad creo que entre mastodontes del apalancamiento, la media verdad y la mentira, urge un factor corrector, un bisturí lúcido, un algo limpio sin mochilas, alguien que conserve la capacidad de ver el bipartidismo desde fuera y poner coto a sus excesos. Al pot petit hi ha la bona confitura, decimos en Cataluña. El pot petit puede conseguir lo que no consiguió el grande.
¿Se imaginan un David que, más que vencer a Goliat, lo convence? El milagro del retorno a mirarnos a los ojos con sinceridad. Por una política seria para todos. Nada está irremediablemente perdido mientras quede un puñado de gentes buenas, justas, desinteresadas y sin miedo a decir la verdad. Sin miedo a caer las veces que hagan falta hasta volver a levantarse. A levantarnos todos y cada uno. Todos juntos. Porque si algo demuestra la Historia, una y otra vez, es el eterno retorno infalible de la sed de libertad. No es una amenaza de pájaro de mal agüero. Es una promesa de águila. ¡Vamos Juan (Marín)!