Todos expectantes ante lo que el BBVA va a hacer con Catalunya Banc
Francisco Gonzalez, presidente del BBVA, había planteado su participación en la subasta de Catalunya Banc como algo personal que no quería desperdiciar y con ese objetivo preparó la oferta por un total de 1.187 millones de euros por la totalidad de la propiedad, frente a planteamientos mucho menos activo como el del Santander que ofrecía 300 millones y el de Caixabank que proponía quedarse la entidad sin aportar dinero, lo que demuestra el escaso interés que Catalunya Banc tenía para las estrategias de futuro de estas dos entidades.
Pese a la euforia con que se recibió en el BBVA el resultado del concurso, FG continuará con la espina clavada de seguir siendo el segundo banco en España tras Santander que seguirá liderando el ranking de la banca en el mercado español con 465.000 millones en activos frente a los 450.000 millones del BBVA. En su conjunto –España más internacional– y tras la adquisición de la anterior caja catalana, BBVA continúa siendo, por activos, la mitad del banco cántabro.
A partir de ahora, queda por conocer qué va a aportar, de forma clara y definitiva y en forma de negocio, Catalunya Banc al BBVA y cuál va a ser la dimensión del saneamiento al que se va a ver obligado, teniendo como única referencia la integración de Unnim que supuso el cierre de 91 oficinas y un recorte de plantilla en Catalunya de un 20%.
Tras la integración de Unnim y la correspondiente reestructuración, BBVA tiene en Catalunya cerca de 1.000 oficinas y se acerca a los 6.000 empleados, lo que puede dar idea del ajuste que deberá realizar con la incorporación de la antigua Catalunya Caixa. En la actualidad, la entidad recién adquirida cuenta con 5.361 empleados y de 758 oficinas, 715 de las cuales en Catalunya, lo que hace prever un lógico saneamiento de dimensiones considerables, pese a que, según publicaba El País, desde 2006, Catalunya Banc ha reducido un 60% los ingresos frente a una caída del 27% en los gastos y todavía tiene una alta morosidad del 14% pese a haber traspasado 6.500 millones a la Sareb.
Según los datos de la propia entidad, Catalunya Banc es una entidad recapitalizada y saneada por los más de 13.600 millones que ha recibido en ayudas públicas, que tiene unos 3,6 millones de clientes, un patrimonio neto de 2.506 millones de euros, una ratio de préstamos sobre depósitos que se sitúa por debajo del 100 % y unos activos fiscales de 3.550 millones de euros, frente a unos pasivos fiscales de 276 millones.
Por lo que respecta a la solvencia del grupo, su capital de máxima calidad es del 14,9 %, mientras que su cobertura es del 81,6 % y aunque todavía no se conocen los resultados del primer semestre del año, el año pasado ganó 532,2 millones de euros, si bien solo 167,8 millones de estos beneficios procedieron estrictamente de su negocio bancario, mientras que el resto, 364,4 millones, fueron fruto en buena medida de activos fiscales y canje de híbridos.
El reto de incorporar la entidad catalana al gran banco vasco no se presenta como una tarea fácil, máxime cuando se prevén fuertes movimientos en la sociedad catalana como consecuencia del proceso independentista de noviembre que genera fuertes incógnitas en el mundo económico.
Post-it
La conocida como Caixa d’Estalvis de Catalunya fue fundada el 26 de octubre de 1926 bajo el nombre de Caja de Ahorros Provincial de la Diputación de Barcelona. Con la Segunda República y con la reinstauración de la Generalidad, pasó a denominarse Caja de Ahorros de la Generalidad de Cataluña y el entonces presidente de la Generalitat, Francesc Macià, pasó a ocupar la presidencia.