The Gardener

Como recordarán, hay una fantástica novela de J. Kosinski, que posteriormente fue llavada al cine con el título The Gardener (El Jardinero), interpretada magistralmente por el genial Peter Sellers. Sucintamente, el argumento se centra en la historia de un hombre llamado CHANCE, quien jamás ha salido de la casa donde nació, dedicado al cuidado del jardín de la misma y a ver la televisión.

Cuando su tutor muere, Chance es obligado a dejar la casa, cargando consigo una maleta y vestido con ropas elegantes, aunque pasadas de moda. Vagando por las calles de Washington D.C., el hombre es atropellado por accidente por el chófer de una limusina, quien al ver la gravedad de su lesión le ofrece llevarlo a un hospital. La dueña de la limusina, confundida por la ropa y los modales del hombre, decide llevarlo a su casa, donde recibirá la mejor asistencia médica. Al preguntarle su nombre, Chance sufre un ataque de tos producido al beber del champaña que le han ofrecido, y su respuesta, “Chance the gardener” (Chance el jardinero) es confundida por “Chauncey Gardiner”.

A partir de aquí, es introducido en los círculos de la alta sociedad de la época donde se reúnen los mas reputados lideres políticos, económicos y sociales de Washington D.C. y, como es natural, le inquieren para que opine sobre los temas de candente actualidad, a lo que él siempre responde con metáforas propias de su oficio. Así, por ejemplo, si le preguntan sobre el problema racial, él responde que es malo ponerle puertas al campo y que el desarrollo se basa en la armonía de olores y colores. Si el tema es la crisis económica, grave en aquellos momentos en América, él responde que para que haya riqueza debe haber mucho trigo y, para ello, hay que sembrar en la época precisa y trabajar duro para protegerlo de las plagas y la sequía, y así todo vuelve a brotar y hay trigo y comida para todo el mundo. La agudeza de sus reflexiones y la sobriedad de su exposición le granjean la admiración de sus interlocutores, de tal modo que acaba siendo candidato a la Presidencia de los EE.UU.

A mí, con sinceridad, cuando oigo hablar a según quien de brotes verdes, no puedo evitar recordar esta película, y me pregunto: ¿alguien va a tomar el toro por los cuernos y presentará alguna proposición de ley, para abordar reformas estructurales de nuestra economía imprescindibles para superar la crisis y proyectar el futuro de los próximos veinte años?, ¿o seguiremos haciendo de jardineros?.