Teresa Freixes, la mujer premiada
Todo el constitucionalismo español le debe mucho a esta mujer que se ha entregado sin escatimar ningún esfuerzo a luchar por la construcción, renovación y continuación de unas instituciones que hacen de nuestro país una España mejor en una Europa más sólida
Casi todas las personas tienen Google en su móvil, yo tengo a Teresa Freixes. Le escribas a la hora que le escribas y sea por el tema o el motivo que sea ella tiene a punto la respuesta que necesitas. ¡Un auténtico lujo!
La inteligencia, conocimientos, honestidad y rigor de Teresa solo compiten con su generosidad. Siempre está dispuesta a resolver una duda, a dar información a aquellos que se la reclaman, somos legión, y a participar en una actividad a favor de la justicia y los valores que nos unen entre los que defendemos la democracia, la constitución y el estado de derecho. La disponibilidad y compromiso de Teresa son legendarios, todos la reclamamos para actividades académicas, cívicas, incluso políticas y, aunque ella participa en todas, nunca se ha atado a las siglas de ningún partido.
Teresa combina de manera extraordinariamente rara los dones del académico y del guerrero, es una estudiosa valiente y decidida y no le cuesta escoger una postura y llevarla hasta sus últimas consecuencias. No se pierde en elucubraciones teóricas solipsistas, muy al contrario reflexiona, analiza, decide y actúa, sin importar cuanto riesgo comporte lo que vaya a hacer.
Por eso Teresa se ha visto en líos impensables, ha vivido amenazas hasta de muerte, ha sufrido acosos y hasta un rapto. Pero nada de esto ha conseguido doblegar su espíritu, ni siquiera tambalearlo, el espíritu indómito de una mujer, también familiar y viajera, a la que los suyos llaman la avutarda, porque siempre está levantando el vuelo y nadie sabe dónde terminará posándose.
«Detrás de ese porte tranquilo, cotidiano, se esconde una extraordinaria inteligencia incisiva y a veces imprevisible, una memoria portentosa y una voluntad de hierro»
No voy a enumerar los méritos de Teresa Freixes, cargos, premios, reconocimientos y galardones, son incontables, siempre merecidos y aceptados con alegría, solo quiero resaltar aquí que algunos de ellos le suponen más trabajo que prestigio y por supuesto ninguna remuneración.
Teresa es de trato calmado y fácil, su exigencia va más dirigida a ella misma que a los que la rodeamos y suele camuflar su impaciencia con habilidad. Su gesto familiar y sencillo recuerdan la disposición casera de alguien que te va a ofrecer una tarta recién horneada o unas croquetas, pero detrás de ese porte tranquilo, cotidiano, se esconde una extraordinaria inteligencia incisiva y a veces imprevisible, una memoria portentosa y una voluntad de hierro.
Con estas dotes es comprensible que casi siempre consiga lo que se propone, aúne voluntades y supere dificultades que parecen infranqueables hasta llegar a lograr sus propósitos.
Premio Otto de Habsburgo
Todo el constitucionalismo español le debe mucho a esta mujer que se ha entregado sin escatimar ningún esfuerzo a luchar por la construcción, renovación y continuación de unas instituciones que hacen de nuestro país una España mejor en una Europa más sólida.
Desde el principio sientes que tratar con Teresa es un privilegio y los que lo tenemos nos sentimos todos honrados y agradecidos y yo, aunque sea de una forma modesta, quiero demostrárselo aquí felicitándole por el premio Otto De Habsburgo que le acaban de otorgar. Con todo mi corazón: ¡Enhorabuena, Teresa y gracias por tanto!