Suerte del turismo (2)

Los destinos de mayor afluencia de Catalunya, tanto si son de playa y nieve, como si es Barcelona, deben evolucionar en el contenido de la oferta, si no quieren morir de obsolescencia unas y de éxito la otra. Sólo siguiendo al pie de la letra las recomendaciones de la OMT sobre turismo sostenible: respeto al territorio, desarrollo económico integral y difuso, y respeto y fortalecimiento de la identidad cultural del país de acogida, se puede mejorar, y sumar las innegables ventajas geoclimáticas de Catalunya a la la sofisticación de los destinos más maduros del centro-norte de Europa.

También la Unión Europea, en su primer documento sobre turismo (julio 2010), habla sólo de turismo cultural y de rutas transfronterizas. Ni que sea para rascar alguna subvención de programas europeos en tiempos de sequía presupuestaria autóctona, vale la pena redirigirse hacia aquí.

Debo decir que la última década ha visto producirse el gran giro del enfoque del producto turístico en Catalunya. Lo he vivido desde fuera como usuario constante del turismo interior de montaña y mar desde que tengo responsabilidades familiares, hace más de 30 años. Y como encargado de las políticas del área desde el 2004 al 2010 en la Generalitat.

En los 2000, hemos visto una creciente sensibilidad para la señalización y protección de los entornos naturales, hemos visto cómo localidades de la costa o de la montaña (playa y nieve) ponían en valor el patrimonio histórico creando centros de interpretación didácticos, promocionando visitas, organizando rutas con contenido antropológico, social o cultural.

Hemos visto aparecer multitud de microempresas de turismo activo, no sólo las que se dedican a enseñar/practicar alguna disciplina deportiva, sino las que acompañan la oferta con experiencias realmente únicas vinculadas al sector primario.

Desde los planes piloto, superando una restrictiva legislación estatal, que pusimos en marcha en el delta del Ebro facilitando las visitas y degustaciones en las mejilloneras y la práctica de métodos artesanales de pesca con turistas, hasta las últimas iniciativas de pesca-turismo en Llançà y Port de la Selva, donde se participa de una jornada de pesca artesanal con los pocos pescadores que quedan sobre el territorio.

Hemos visto aparecer en la última década, actividades de acompañamiento a los ganaderos del Pirineo a la Alta Ribagorça o los Pallars: entrega de sal al ganado, ordeño de vacas, elaboración de quesos artesanos… junto a la multiplicación de ofertas de senderismo, cicloturismo, autoguiado o guiado.

Hemos visto también poner en valor el Camino de Santiago de Catalunya que conseguimos situar en el seno de la marca europea de Camino de Santiago, hace cinco años, seguida ahora por nuevas iniciativas como el Camí de San Ignaci de Loiola en Manresa que ya empiezan a dar sus frutos, por caminantes de poco esfuerzo y alta espiritualidad.

La senda iniciado en la década de ls 2000 por la Generalitat, administraciones locales e iniciativa privada está trazada. Pero no está exenta de dificultades y necesidad de mejoras.

Hablamos de los retos que a la vez son oportunidades:

1. Faltan en Catalunya algunos tractores potentes territoriales concebidos como parques temáticos culturales específicos y singulares, ligados a nuestra historia, mitología o cultura. Un caso de éxito de iniciativa privada sería el complejo Món Sant Benet: visita medieval, un día en la vida del pintor Casas, experiencia salud y alimentación con Alicia y el huerto de recuperación de especies autóctonas, hoteles, gastronomía selecta y popular. Otro que lo puede ser, con una buena gestión de servicios y comercial, es el conjunto Terra de Comtes y Abads, del Ripollés, inscrito en la marca Pirineo condal, viaje al nacimiento de Catalunya, donde se ofrecen en Ripoll un centro de acogida turística dedicado a Guifré el Pilós, un centro sobre el destacado papel del monasterio en la Edad Media con personajes ilustres como el Abad Oliba o el papa Silvestre, el castillo de Hug de Mataplana y el centro de las leyendas fundacionales en Montgrony (Catalunya, año 0) y finalmente la explotación turística de la mitología con el espacio dedicado al Comte Arnau en el monasterio de San Joan de les Abadeses. De estos motores tan potentes faltan más y eso significa inversión pública o privada o mixta.

2. Falta cambiar el modelo de gestión de los centros pequeños y medianos de interpretación que cuando se diseñaron en muchos casos no se tuvo en cuenta el coste de mantenimiento. Estos centros de titularidad pública deben subrogarse a microempresas turísticas que hagan o el centro de sus operaciones o bien una etapa obligada de su prestación de servicios. Este es el camino que finalmente han adoptado los Centros de Acogida Turística CAT, diseñados como grandes portales de entrada a las regiones turísticas de Catalunya. En estos momentos ya gestionados por empresas privadas con empuje, más de la mitad de ellos, entre los cuales los de Sallent, Ripoll, Vilajuïga, Cervera o Teià.

3. Hay que profundizar en la singularización de las fiestas/ferias locales para salir de la degradación y pérdida de interés económico de las tradicionales ferias multisectoriales. La especialización por temática económica o por temática histórico-cultural buscando en la fuente de la propia tradición y desde el rigor es el camino que está dando resultados. Como ejemplo la última feria temática nacida con fuerza en un pueblo del interior: La Fira dels Matiners d’Avinyó ambientada con rigor en una batalla de la segunda guerra carlista.

4. Es necesario dotar con sentido global los nuevos servicios y productos. No puede ser que sigamos con señalizaciones sólo en catalán y castellano, o como mucho inglés. Si tenemos como principal cliente el francés, se echa de menos el francés. Y vale la pena gastarse algún dinerillo, nuevas tecnologías lo permiten, con audioguías o aplicaciones de móvil con las otras lenguas de turistas que queremos recuperar como el alemán o el italiano, o que queremos ganar como el ruso y mañana el chino, portugués de Brasil o hindi.

Continuará…