¡Subamos el IVA!
Sí, han leído bien, ¡subamos el IVA!, lo repito ¡subamos el IVA!. La verdad no piensen que estoy bajo el efecto de alguna droga veraniega o alguna refriega de alcohol nocturno. Admito que agosto es una buena época para lanzar propuestas que diríamos disruptivas. Pero seamos francos, ¿no decimos todos que estamos en un período especial donde las actuaciones normales no funcionan?. Ni FMI, ni bajar sueldos ni patrañas de teóricos que a lo más que se han enfrentado es a un grupo de alumnos o de periodistas de preguntas precocinadas pero nunca a la realidad de la calle.
Obviamente todo tiene un secreto. Actualmente los gobiernos se financian de impuestos directos e indirectos. Dicho desde el lado del ciudadano podríamos simplificarlo en impuestos que nos cobran e impuestos que pagamos sólo si queremos. La clave de la propuesta es dar al ciudadano el poder de elegir por qué camino quiere seguir. Subamos el IVA, pero antes eliminemos el IRPF, reduzcamos al mínimo la TGSS y adelgacemos la administración.
Pongamos el dinero en manos del ciudadano antes que del Estado. La esclavitud del S.XXI en España es que una empresa pague 2000 euros al mes para que un trabajador reciba apenas 1000 euros al mes. Es un gran gasto para una mierda de sueldo. Un país donde pagas casi 300 euros de autónomos para recibir nada o casi nada a cambio. Factures 50 euros o 5000 euros. Eso hunde un país, una economía y una sociedad.
Eliminemos esos impuestos directos y si una empresa paga 2000 euros que el trabajador cobre 1900 euros, con casi 1000 euros al mes para consumir. Si un autónomo paga en vez del robo actual una media de 30 euros al mes tendrá más de 200 para gastar. Veamos ahí el Reino Unido –y olvidemos mamarrachadas retrogradas como Gibraltar– donde las cuotas de autónomos comienzan en esas cantidades (por cierto con un paro del 7%). Consumir es la clave de una sociedad, no pagar impuestos. Y si consumimos se reactiva la economía, y ahí es donde toca subir el IVA. Sin miedo hasta 4-5 puntos de impuestos indirectos.
Libremente cada uno decidirá en qué gastarlos o en qué no. Y es obvio que el diferencial de una subida de 4-5 puntos del IVA no es comparable a un aumento del 40-50% mensual de la disponibilidad de renta por persona. Es perfectamente asumible para la empresa (paga lo mismo) y para el trabajador (ingresa más). También de una vez servirá para reforzar la imagen del empresario, siempre mal vista aquí. Hay que decirlo bien alto que en este país no roba la empresa, roba el Estado.
Y para los escépticos también es asumible para el Estado. Es fácil hacer los números sobre los Presupuestos Generales del Estado. De una vez, éste debe dedicarse a lo que debe no a tirar el dinero en tonterías o fantasías. Tenemos la oportunidad de cambiar las formas de actuar y posicionarnos para el futuro. Seguir recetas antiguas como las del FMI son sólo un camino al fracaso. El futuro pasa por el cambio, y ante todo por un cambio del sistema de impuestos.