Soy tecnólogo
"Un tecnólogo sabe que la tecnología no debería ser un fin en sí misma sino un factor para mejorar la calidad de vida de las personas"
Yo no maldigo mi suerte porque tecnólogo nací, igual que le pasaba al minero en la legendaria canción de Antonio Molina. Según reza en la RAE, un tecnólogo o tecnóloga es una persona que se dedica a la tecnología. Y eso es exactamente lo que a mi me pasa, es decir, que hace más de treinta años que me dedico a la tecnología.
Podría haber una razón y, efectivamente, la hay. Era yo bien chaval, a principios de los años ochenta, cuando fui espectador de una miniserie de televisión que protagonizaba el gran Telly Savalas titulada Incidente en el Atlántico.
La verdad es que la serie nunca pasaría a la historia como una obra de arte, más bien, vista con la perspectiva de los años, era bastante mala. Al margen de la calidad de la serie, lo cierto es que uno de los protagonistas era un chico de unos doce años que lograba salvar el barco de pasajeros gracias a que, sin gozar del permiso de sus padres, se había llevado en la maleta una emisora de onda corta que, cuándo ocurrió la catástrofe, conectó a la antena del barco y consiguió enviar un mayday.
Este chico era radioaficionado y, a posteriori, mi ídolo y mi inspirador. Aquel mismo día que vi la serie decidí ser radioaficionado y así fue. Ser radioaficionado a principios de los ochenta era como hoy ser un friki de los videojuegos, un hacker o la equivalencia que vosotros queráis. Un radioaficionado era una persona que estaba en tecnología punta, que sabía de electrónica, de radioelectricidad, electromagnetismo y dominaba el espectro radioeléctrico.
«Un tecnólogo asume que la tecnología es unos de los factores de competitividad más importante para las empresas»
También pronto empezó a utilizar los computadores para realizar disciplinas de transmisión de datos vía radio, utilizaba los satélites y la Luna para comunicarse. Luego ese radioaficionado tuvo la suerte de formarse y, más tarde, de iniciar su proyecto emprendedor, y además tuvo la suerte de hacerlo en lo que más le apasionaba: la tecnología.
La aplicación al mundo empresarial
Un tecnólogo es una persona que entiende la tecnología y sus aplicaciones en el ámbito personal y empresarial. Un tecnólogo sabe que la tecnología no debería ser un fin en sí misma sino un factor para mejorar la calidad de vida de las personas. Un tecnólogo asume que la tecnología es unos de los factores de competitividad más importante para las empresas.
Un tecnólogo huye de la “tecnolujuria” e intenta implementar las tecnologías que verdaderamente se necesitan, escapando del despilfarro. Si, señores, soy tecnólogo porque me dedico a la tecnología y porque la entiendo como la aplicación del conocimiento científico en beneficio de las personas, y es por eso que digo: “Yo no maldigo mi suerte porque tecnólogo nací”.