SOS Europa: Euskadi no puede competir con China

La industria siderúrgica está en coma. Esto afecta a numerosos países de Europa, a España y dentro de nuestro país, en especial al País Vasco, siendo este uno de sus sectores tradicionales. Sin ir más lejos, esta crisis del acero le ha llevado a cerrar más del 50% de capacidad de producción de acero líquido de manera definitiva y alrededor de un 70% en cierres «temporales indefinidos».

Hace unos días el gobierno vasco pedía «prudencia» a la hora de lidiar con esta situación. Sólo pueden rogar prudencia -y hasta clemencia- porque ni el gobierno de Euskadi ni el español tienen competencias reales para reanimar este sector. En última instancia la responsabilidad la tiene la Unión Europea. Su lentitud a la hora de reaccionar contra la competencia desleal China es injustificable.

Es cierto que esta crisis tiene varias causas tanto a nivel interno como externo; una de ellas la caída de la demanda en Europa desde 2009, que a pesar de que se está recuperando, no ha vuelto a  sus niveles anteriores. La otra, es que los  precios de la electricidad en nuestro país están por las nubes y eso está lastrando la productividad.

Existe un sobrecoste energético considerable  que el gobierno tiene que reducir. Y rápido. Pero, aunque esto cambie no acabará con el problema de fondo: somos incapaces de competir con los precios chinos, desde el año 2000 el gigante asiático ha multiplicado su producción por 6,4. Representa 50% de la producción mundial, con un nivel récord histórico de exportación (aproximadamente 100 millones de toneladas) y una sobrecapacidad del orden de 400 millones.

A esto le sumamos  la mano de obra barata y la volatilidad del mercado y no extraña que para el País Vasco sea difícil competir. De hecho, Euskadi tiene los salarios más altos de nuestro país, precisamente porque cuenta con personal altamente cualificado.

Si China es reconocida como una Economía de Mercado, se calcula que en Euskadi 4.000 trabajadores pueden verse afectados de una forma u otra y en toda Europa un total de 3,5 millones. Se han tomado ciertas medidas en los últimos meses pero ni de lejos suficientes.

La prueba es que el Gobierno de Estados Unidos ha impuesto medidas ‘antidumping’ con unas tarifas que graban las importaciones de hasta el 265%, la Comisión Europea ha establecido una tarifa que oscila entre el 13% y el 16%.

Mientras China asegura que no está subvencionando el sector del acero y vemos cómo cierran nuestras plantas, ¿Qué debemos hacer, nos unimos al modelo de los emergentes, con un acero de peor calidad y bajada de salarios? ¿Hablamos de la posibilidad de nacionalizarlo como proponen algunos sindicatos en Inglaterra? ¡Ah, no! que la Comisión Europea prohíbe a los gobiernos ofrecer ayuda para rescatar o reestructurar las siderúrgicas. Entonces, mejor intentamos que las reglas del libre mercado sean iguales para todos ¿no?

Si existe voluntad política desde el más alto nivel, Euskadi tiene capacidad para sacar el sector del acero adelante, para modernizarlo e incluso hacerlo más sostenible, claro que la tiene. Necesita inversores privados, necesita hacer que sea más atractivo para inversores.

Vamos por la décima ronda de negociaciones en Bruselas sobre este asunto. Esta industria es la columna vertebral del País Vasco y de otras regiones de España, por lo que urge garantizar que jugamos en igualdad de condiciones. De lo contrario seguimos en coma inducido hasta que nos desconecten del todo.