En La plaza queríamos hablar de Alberto Núñez Feijóo, de su primera semana como líder in pectore del PP, y lo hemos hecho, pero no al principio.

Los minutos iniciales, y casi todo el podcast o el vídeo, se los han llevado la crisis de los transportistas y la parálisis del Gobierno de Pedro Sánchez ante el deterioro de la situación económica.

De arranque, los analistas de La plaza comentan un vídeo de la última sesión de control al Gobierno.

Ahí se ve un Sánchez noqueado ante la exigencia de medidas de la oposición que le pide respuestas al malestar en la calle y que apenas acierta a balbucear que no le ataquen a él porque el enemigo es Putin.

A continuación, la sorpresa.

Un presidente que pide unidad, pero no sabe o no quiere explicar para qué, sobre qué paquete de medidas en concreto.

Un gobierno que se queja de los piquetes, y hace bien, pero qué olvida o calla que no hace casi ni un año que despenalizó su actuación.

Y, finalmente, el manido argumento de la ultraderecha.

Si todo lo que el actual Gobierno de España tiene en la cabeza para hacer frente a la que se nos viene es agitar el espantajo de la extrema derecha, pues… Feijóo también ha estado en escena, claro.

Sus primeras declaraciones, sus luces y sus sombras.

Un consejo unánime, si es que Feijóo tuviera a bien pedírnoslo: institucionalidad y economía.

Con esas dos banderas debería ser suficientes para conseguir sus objetivos