Soberanía

En España, que tanto debe a Europa, empieza a cristalizar la peligrosa idea de que la Unión Europea resta más que suma

Cuando el mundo ya había trazado su futuro sobre un esquema de realidad post nacional nos encontramos de nuevo enredados en la lucha por la soberanía nacional. Muchas fuerza políticas europeas quieren volver a colocar la soberanía que, en principio, reside en los ciudadanos, en las fronteras.

Son fronteras culturales, políticas, judiciales y de banderas. Son fronteras para marcar y enfatizar las diferencias entre los de dentro y los de afuera. De nuevo los bárbaros asolan frente a las murallas para destruir todo aquello que para algunos funda la nación y el patriotismo.

El nuevo campo de batalla se dirime ente los que creen en más Europa y los que quieren una Europa supeditada a sus caprichos nacionales. Hoy el titular de la soberanía ya no solo reside en los Estados sino en la Unión Europea que establece la mayoría de normas que los rigen. Dichas normas inciden en todos los ámbitos que afectan a los ciudadanos, incluida la justicia.

En España, que tanto debe a Europa, empieza a cristalizar la peligrosa idea de que Europa resta más que suma. La razón del avance del euroescepticismo –o, lo que es peor, del antieuropeísmo– se está centrando en el papel de la justicia europea con respecto al independentismo.

Vox considera que Europa se ha convertido en el santuario de los independentistas, el lugar donde estos proyectan su futura libertad o retorno a Cataluña y donde queda debilitada la soberanía española. Esta visión no pretende corregir a Europa sino más bien obligar a las instituciones españolas a corregir el papel de Europa en España.

En los próximos meses el Parlamento Europeo deberá votar si acepta o no el suplicatorio para que el parlamento español levante la inmunidad a los eurodiputados Carles Puigdemont y Toni Comín. Según Vox y una parte de la opinión pública, esta decisión generará un fuerte debate sobre el papel que juega Europa en los asuntos internos de España.

Es preocupante la idea de que más Europa es menos España

Será el momento, dicen los críticos al PSOE, para ver qué posición adoptan sus parlamentarios y si se prioriza la estabilidad del gobierno de Pedro Sánchez a los intereses de España.

Al margen de la posición que se acabe adoptando, lo que resulta preocupante es llegar a establecer la idea de que más Europa es menos España y que,  por lo tanto, se hace necesario retomar las riendas de la soberanía española.

Desde otra óptica y con otros objetivos, esta reacción ya se planteó en el Reino Unido con el brexit. Partidos como Vox buscan reproducir algunos de los esquemas electorales británicos para aumentar sus opciones políticas.

Primero se enredó el conflicto entre el independentismo y el Gobierno español en Cataluña, luego en España y ahora se enredará en Europa. Esta es la concepción relevante de la estrategia que utiliza una parte de la derecha española para desgastar al PSOE y mostrarlo como un partido que está traicionando a los intereses de España.

Esta visión certifica el final del idilio de una parte de España con Europa. La tentación de debilitar la visión positiva española sobre la construcción europea implicaría adentrarse en una ciénaga donde podemos quedar atrapados sin percatarnos de que corre el tiempo de un mundo cada vez más globalizado.

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