Si elegimos el sexo también podemos elegir los juguetes
Las aspiraciones entre niños y niñas son prácticamente intercambiables. Como ocurre con los juguetes: lo rosa y lo azul no les separa, sino que los une
Los Reyes Magos de Oriente andan muy ocupados seleccionando aquellos juguetes que pueden, o no, dejar a los niños y las niñas españoles. El caso es que los Reyes han recibido –el envío lo ha efectuado el Ministerio de Consumo- un libro titulado Libertad para jugar. Guía para la selección de juguetes sin estereotipos sexistas en donde se especifica el correcto modus operandi durante la noche de Reyes. Por lo visto, se trata de arrinconar los juguetes llamados sexistas. Cosa que les ha causado una gran sorpresa, porque creen que los juguetes no tienen sexo.
El color rosa y el color azul
Siguiendo la Guía, los Reyes Magos se proponen apartar los juguetes para niñas de “colores rosas y texturas suaves” relacionados con la “belleza, el cuidado de las demás personas y las tareas domésticas”. ¡Qué extraño!, se dicen. Igualmente, han de apartar los juguetes para niños “de colores vivos y contrastados” y “centrados en la acción, la violencia y la competición”.
¿Dónde está el problema? La Guía responde: en el sexismo que “considera que hombres y mujeres son diferentes” y, por tanto, “asigna diferentes esferas, actitudes, habilidades, a uno y otro sexos”. ¡Qué extraño!, se dicen de nuevo los Reyes Magos. Ellos creen que los hombres y la mujeres sí son diferentes, cosa que no impide que unos y otras –hombres y mujeres- se asignen a sí mismo iguales actitudes o habilidades.
En el asunto que nos ocupa –se preguntan-, ¿por qué rechazar el color rosa y el color azul si hay niñas y niños que indistintamente se preocupan por la belleza y las tareas domésticas o por la acción y la competición? ¿Acaso no hay niñas que compiten -a la manera de los niños- en el fútbol y niños que compiten –a la manera de las niñas- en la cocina? ¿Acaso no hay niñas tan violentas como los niños y niños tan preocupados por la belleza como la niñas?
¿Qué quieren ser de mayores los niños y las niñas?
Lo que no sorprende a los Reyes Magos es un estudio –reseñado en la Guía- sobre cuáles son las aspiraciones de los niños y las niñas españoles (XV Encuesta Adecco ¿Qué quieres ser de mayor?, 2021).
¿Qué prefieren ser los niños cuando sean mayores? De mayor a menor deseo: futbolistas, policías, profesores, médicos, youtubers, ingenieros, informáticos, bomberos, veterinarios y jugadores de baloncesto. ¿Qué prefieren ser las niñas cuando sean mayores? De mayor a menor deseo: profesoras, médicos, peluqueras, veterinarias, futbolistas, policías, cantantes, actrices, ingenieras y enfermeras.
En definitivo, las aspiraciones entre unos y otros son prácticamente intercambiables. Como ocurre con los juguetes: lo rosa y lo azul no les separa, sino que los une. De hecho, estamos ante unos papeles o roles que son intercambiables entre dos sexos distintos. Así las cosas, ¿por qué lamentarse de lo rosa y lo azul? La Guía no entiende –afirma uno de los Reyes Magos- que los hombres y las mujeres pueden tener, o no, distintos intereses y capacidades ocupacionales, con independencia de cuáles sean las influencias de la sociedad.
Los Reyes Magos no quieren ser detectives sexistas
Efectivamente, los Reyes Magos no están dispuestos a perder el tiempo -¡qué manía!, se dicen- con las “pistas para detectar un juguete sexista”: que si las gamas de colores, que si las luces, que si las formas, tamaños, nombres, ritmos, espacios y roles diferenciadas, que si la dicotomía emoción y razón, que si los grados de poder diferenciados. Pamplinas, exclaman.
Tampoco están dispuestos a perder el tiempo con divagaciones sobre las muñecas de piel blanca, curvilíneas, vestidas con tops que muestran el ombligo, cintura minúscula, labios enormes, ropa muy ajustada, tacones altos, mucho maquillaje, bolsos, joyas y complementos para ponerse guapas. ¿Y qué? ¿Qué pasa? Como la vida misma. Por cierto –dicen los Reyes Magos-, también hay muñecas de piel negra o con vestimenta étnica y complementos variados. Y otro Rey Mago precisa que no solo los niños “parecen modelos anatómicos musculados”.
Los Reyes Magos se acaloran
Los Reyes Magos se acaloran cuando la Guía les da la siguiente lección: “antes de lanzarte a comprar, siéntate a pensar”. Pero, ¿qué se han creído? ¿A qué viene la lección sobre los juguetes que refuerzan o no creencias previas, que aportan nuevas perspectivas, que son empáticos y colaborativos, que visibilizan cuerpos realistas y diversos, que generan autoconfianza en las niñas, que buscan la afectividad y no la seducción, que potencian habilidades, que ayudan a razonar o que fomentan la tolerancia, la paciencia, la capacidad crítica y la sostenibilidad?
El acaloramiento de los Reyes Magos aumenta cuando la Guía les dice que tengan “cuidado” con –¡otra vez!- los juguetes y prendas rosas y azules, con los juegos sedentarios o que favorezcan el consumismo, con los juguetes diferenciados por sexos, con los juegos centrados en la belleza y la sexualidad para las niñas y los centrados en lo bélico y los superhombres para los niños.
Los Reyes Magos responden al Ministerio de Consumo
Llegados a este punto, estalla uno de los Reyes Magos: un juguete es un juguete. Un juguete no es ni un libro de autoayuda, ni un manual de ética recreativa, ni un instrumento ideológico-político al servicio de un determinado modelo de sociedad.
Finalmente, los Reyes Magos cierran el documento –recibido vía correo electrónico- del Ministerio de Consumo y en el “responder” de la pantalla del móvil escriben el siguiente texto: “Si elegimos el sexo también podemos elegir los juguetes. Los juguetes que elegiremos serán aquellos que los niños y las niñas nos pidan”.