Si el Sha de Persia no hubiera sido destronado 

Vale más un dictador conocido, con voluntad democratizadora, que una revolución teocrática con la voluntad de organizar a la fuerza la vida de sus súbditos siguiendo los preceptos de la ortodoxia religiosa

La joven Mahsa Amini, de 22 años, fue detenida el 14 de septiembre por unos agentes de la “seguridad moral”, cuando se dirigía, con sus padres, a Teherán. Al parecer, llevaba el velo incorrectamente colocado y unos pantalones estrechos que marcaban indebidamente el contorno de los glúteos y las extremidades inferiores. La golpearon contra el vehículo policial y la retuvieron con la intención de conducirla –no se sabe si para ingresarla temporalmente- en un centro dedicado a la “reeducación islámica”. Finalmente, mientras estaba bajo custodia policial –la familia nunca pudo verla-, falleció en un hospital. Probablemente, por las agresiones recibidas. Las autoridades iranís sostienen que el fallecimiento se debió a patologías previas. 

Ni pelo, ni velo  

En Irán, el fallecimiento de Mahsa Amini ha provocado una importante movilización callejera –destacan las multitudinarias acciones de  mujeres que públicamente se cortan el pelo y queman el velo: el icono de la represión- que podría poner en un aprieto al régimen teocrático y autoritario de los ayatolás. “Mujer, vida y libertad”, puede leerse y oírse en las calles de Teherán. Según Iran Human Rights, hasta principios de octubre, la represión habría ocasionado 185 muertes violentas. Pero, la gente sigue saliendo a la calle.  

La odisea fatal de Mahsa Amini, ¿hubiera ocurrido en el Irán del Sha de P

Pregunta: la odisea fatal de Mahsa Amini, ¿hubiera ocurrido en el Irán del Sha de Persia? Quizá sí. Quizá no. No quiero incurrir en un ejercicio baldío de historia contrafactual. Pero, alguna hipótesis sí quiero plantear.   

Las mujeres durante la dictadura del Sha de Persia  

Recientemente, en BBC News Mundo, Margarita Rodríguez ha presentado un reportaje titulado Cómo era la vida de las mujeres en Irán antes de la Revolución Islámica (25 de septiembre de 2022).  

En dicho reportaje –fotografías, películas, testimonios-, se puede ver, oír y leer lo siguiente: antes de la Revolución Islámica de 1979, no existía un código estricto de vestimenta como el que actualmente obliga a las mujeres a llevar velo y ropa islámica; la abuela podía ir con el velo y la hija con la minifalda; a las mujeres se les permitía vestir lo que querían y no había segregación de género; existían discotecas y locales de entretenimiento y la gente era libre de socializarse como quisiera; las mujeres no solo tenían el derecho al voto sino también los mismos derechos políticos que tenían los hombres; la Ley de protección de la familia aumentó la edad mínima para el matrimonio de las niñas de 13 a los 18 años y contemplaba que la mujer también podía solicitar el divorcio.     

Por lo demás –hablamos de los 70 del pasado siglo-, las mujeres ocuparon posiciones de poder y muchas llegaron a ser parlamentarias, ministras y juezas al tiempo que el gobierno inició un programa de secularización y de libertad artística que se caracterizó por la crítica al Régimen. Aunque, también es cierto que Irán era una sociedad vigilada, los partidos estaban controlados por el rey, la libertad de prensa era reducida y el activismo político –la Savak detenía y torturaba- podía conducir a la prisión. 

La Revolución Islámica (1979) llegó al poder con el apoyo, incluso, de los partidos liberales y comunistas que exigían una “democracia verdadera”

Finalmente, el descontento –la riqueza petrolera no llegaba a la mayoría de la sociedad y el Régimen respondió recortando derechos: a lo que hay que sumar los lujos de la Monarquía- llegó a la calle, hombres y mujeres a la par, y la Revolución Islámica (1979) llegó al poder con el apoyo, incluso, de los partidos liberales y comunistas que exigían una “democracia verdadera”. El Sha de Persia, que no quiso ensuciarse las manos con sangre, escogió el camino del exilio.    

El periodismo filosófico y el reportaje de ideas de Michel Foucault   

Como no podía ser de otra manera, el progresismo europeo –especialmente los denominados intelectuales comprometidos- también dio el apoyo a la Revolución Islámica. Ahí tienen ustedes los dieciocho artículos que Michel Foucault dedicó a la Revolución Islámica.  

En estos textos –aparecidos mayormente en el Corriere della Sera, que fueron calificados de “periodismo filosófico” y “reportaje de ideas”- el pensador francés, entusiasmado y fascinado por la Revolución Islámica, llegó a decir que “estamos viviendo en un punto de extrema oscuridad y de extrema luminosidad. Extrema oscuridad porque no sabemos realmente de qué dirección provendrá la luz. Extrema luminosidad porque debemos tener el coraje de comenzar de nuevo. Tenemos que abandonar todo principio dogmático y cuestionar uno por uno la validez de los principios que fueron la fuente de la opresión”. 

Un periodismo de alto voltaje filosófico que culmina con la valoración del chiísmo como “una forma de expresión, un modo de relaciones sociales, una organización elemental flexible y ampliamente aceptada, una manera de estar juntos, un modo de hablar y de escuchar, algo que permite hacerse escuchar por los otros y querer con ellos, al mismo tiempo que ellos”. Una “espiritualidad política”, llegó a decir nuestro filósofo (Marcelo Raffin, Michel Foucault y la Revolución Iraní: reflexiones en torno de la sublevación, la resistencia y la política, 2021).  

La Revolución Islámica y su contenido   

Quienes en Irán facilitaron el acceso al poder de la Revolución Islámica, no tardaron en decepcionarse. Según la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del US Departament of State (2021), la República Islámica de Irán se caracteriza por lo siguiente:  

Homicidios ilegítimos y arbitrarios por parte del gobierno, arrestos injustificados, juicios sin el debido proceso, desapariciones atribuidas al gobierno, torturas o trato cruel, inhumano o degradante, condiciones penitenciarias potencialmente mortales, presos políticos, serios problemas de independencia judicial, injerencia ilegal en la privacidad, la familia, el hogar o la correspondencia, severas restricciones a la libertad de expresión e Internet o censura o interferencia sustancial en la libertad de reunión pacífica.   

Y a quien desconfíe de los informes oficiales de Estados Unidos, se les recomienda trabajos como el ya citado de Margarita Rodríguez o los de un nutrido grupo de profesores e intelectuales iraníes que en su día publicaron el dosier Irán por dentro (2007).  

La esperanza: la ideología y la religión islámica está en retroceso en una sociedad joven e instruida.    

En apretada síntesis: las mujeres han de vestir de acuerdo al riguroso orden indumentario, no pueden viajar al extranjero sin autorización del marido, no pueden divorciarse en condición de igualdad con el marido, heredan la mitad que el hombre, su testimonio ante el tribunal vale la mitad que el del hombre, el poder se concentra en las manos del líder supremo religioso, el poder legislativo del parlamento es limitado, los derechos fundamentales brillan por su ausencia, el Consejo de Guardianes vigila la correcta islamización de instituciones y personas y un largo etcétera.         

La esperanza: la ideología y la religión islámica está en retroceso en una sociedad joven e instruida.    

Del fuego a las brasas 

Al inicio de estas líneas, preguntaba si la muerte de la joven Mahsa Amini hubiera ocurrido en el Irán del Sha de Persia. Quizá sí, quizá no, respondía. Y añadía que no era mi intención incurrir en un ejercicio baldío de historia contrafactual. Todo ello –decía- sin renunciar a alguna hipótesis.  

Ahí tienen ustedes mi hipótesis: vale más un dictador conocido –que sometió a las tribus y los clérigos de corte medieval-, con voluntad modernizadora y democratizadora –educado, cortés, discreto, con corbata y acompañado de Farah Diba-, que una revolución teocrática con la voluntad de organizar a la fuerza la vida de sus súbditos siguiendo los preceptos marcados por la ortodoxia religiosa. Si tienen dudas, pregunten a los impulsores de la Primavera Árabe de infausto recuerdo.