Señor Mas, usted no es un político responsable
Las apelaciones serán constantes. Lo han sido en los últimos meses, pero se intensificarán en las próximas semanas. El President Artur Mas, un político que podía haber sido el gestor que necesitaba Cataluña desde el final del pujolismo, ha entrado en una dinámica de buenos y malos: la lista unitaria soberanista frente a las candidaturas de izquierdas, que no tienen ninguna posibilidad de ser reconocidas por el soberanismo, aunque defiendan un referéndum sobre el futuro de Cataluña, ligado a un cambio constitucional en el resto de España.
Lo evidenció este domingo al señalar que cualquier otra opción es conducir a Cataluña a una «vía muerta».
Quien mejor lo está expresando estos días es Quim Arrufat, el diputado de la CUP, una formación curiosa que atrae a estudiantes fogosos, pero también a profesionales cuarentones que tienen como bandera la honestidad. Arrufat asegura que con la lista, Mas trata de salvarse, y que no entiende el paso que ha dado Esquerra Republicana.
Y es que, no se engañen, no hubo ninguna negociación. Mas dejó clara cuál era su decisión, y las entidades soberanistas retiraron de inmediato su propuesta, también infantil, de una lista sin políticos.
Porque, ¿puede alguien que lidera algo en la vida ir de cuarto en una lista electoral? ¿Hay algo pensado en caso de derrota, porque eso puede ocurrir cuando la gente vota?
Señor Mas, la vía muerta es la que protagoniza esa lista unitaria. No se pueden formular declaraciones de independencia que se saben que no van a ningún lado. Y lo único que podría ser sensato es que, en el fondo, como admiten algunos dirigentes de CDC y de ERC, se pretenda forzar un referéndum a la escocesa, con un nuevo Ejecutivo español en la Moncloa.
Pongamos un ejemplo, de la vía muerta de Mas. ¿Qué decisión tomará Raül Romeva –se supone que en calidad de cabeza de lista formaría parte de un Govern de concentración—respecto al proceso de privatización de ATLL, ahora en manos de Acciona, pero con la posibilidad real de que acabe gestionada por Agbar tras las distintas resoluciones judiciales?
Romeva ha mostrado en los últimos años que desea que la gestión del agua se gestione desde los poderes públicos. ¿Y Mas, que va de número cuatro? ¿Y que dirá Forcadell? Tal vez ese sea ya un tema menor, pero resulta que es la mayor privatización que ha protagonizado jamás la Generalitat, con 1.000 millones de euros en juego.
Quién ha llevado hasta aquí a Cataluña es Mas. No vale la excusa de que ha «acompañado» a un movimiento social. Los dirigentes están para persuadir, para modular, para ser responsables. Vaya.