La guerra, ese monstruo grande que pisa fuerte la pobre inocencia de la gente, que canta León Gieco, está transparentando las vergüenzas de algunos de nuestros políticos.

Nuestros analistas de La plaza, Bernat García y Alejandro Ramírez, se muestran unánimes al sorprenderse de la actitud mostrada por Pablo Iglesias, recuperando un protagonismo en la peor dirección posible.

Su decidido alineamiento con posiciones defendidas por Putin sería incompatible con la presencia de miembros de su partido en el Gobierno español, si no fuera… porque éste lo preside Pedro Sánchez.

Pero Sánchez debería aprovechar la situación actual del PP y el marco excepcional que la guerra de Ucrania impone sobre la política nacional para desprenderse de unos socios cuya actitud les inhabilita.

La parte final de La plaza da cabida también al otro tema dominante de la política española actual: el relevo en el liderazgo del PP y el volantazo que empieza a apreciarse en algunas decisiones del tándem Feijóo-González Pons.

Sólo el tiempo podrá decir si el nuevo líder popular es capaz de saber gestionar el liderazgo ascendente de Isabel Díaz Ayuso, en vez de intentar laminarlo como torpemente pretendió Pablo Casado.