Rumasa amenaza a Banco Etcheverría

Una de cal y otra de arena para la minúscula entidad gallega Banco Etcheverría, fundada en Betanzos hace cerca de tres siglos. La de cal: ayer anunció la compra de 57 oficinas –con 150 empleados– a Novagalicia Banco, la entidad surgida de la incestuosa fusión de las cajas gallegas. Para Etcheverría, el trasiego es trascendental, pues hasta ahora cuenta apenas con 39 oficinas y 170 trabajadores. La entidad, presidida por Javier Etcheverría de la Muela, está controlada desde el mes pasado por el grupo venezolano Banesco.

La de arena. La administración concursal de Carcesa, firma elaboradora del tomate Apis y el zumo Fruco, que perteneció al conglomerado Nueva Rumasa, califica el concurso de acreedores de culpable y pide que se condene a José María Ruiz Mateos y su sobrino Zoilo Pazos Jiménez a indemnizar a Carcesa con 62 millones de euros. La petición se hace extensiva a Banco Etcheverría como colaborador necesario en la descapitalización de la citada compañía.

Si se tiene en cuenta que el beneficio de Etcheverría se cifró el pasado en 640.000 euros, su eventual sanción por el embrollo de Carcesa significaría para esa entidad un varapalo devastador.