Rosell juega al trilerismo empresarial

Dice en Madrid el presidente de la CEOE que cada vez más empresarios catalanes evolucionan hacia el soberanismo. Juan Rosell es un empresario catalán que pese a presidir la patronal española todavía tiene más intereses personales en Catalunya que más allá del Ebro. Esto, aunque parezca un razonamiento de Perogrullo, es indiciario.

Es posible que Rosell haya intentado alertar en Madrid. Recordar que si algún colectivo (como dice Joaquín Gay de Montellà, su hombre en Barcelona) ha resistido el envite soberanista ha sido el del mundo de los negocios. Y, por tanto, lo que hace el jefe de los empresarios es pedirle a los poderes políticos, económicos y de otro signo que sean condescendientes con un empresariado, el catalán, que sufre las consecuencias de estar a favor del mantenimiento de un status quo mejorado en vez de romper con ese estado de cosas.

 
El presidente de la CEOE avisa de que el empresariado catalán se vuelve soberanista, una protección

Porque si alguien interpreta lo contrario se equivoca. Si hay alguien no independentista en Catalunya es este dirigente, quien ha regido los intereses patronales de este territorio durante años y ahora es el patrón de patronos español. Rosell no genera dudas. ERC se acordará de los golpes en la espinilla que se propinaron mutuamente al principio del gobierno autonómico tripartito.

Es más, los empresarios catalanes inequívocamente nacionalistas (en el entorno de Femcat, Cecot y CiU) intentaron descabalgar a Rosell de la presidencia de Foment del Treball en las últimas elecciones convocadas para renovar los órganos de gobierno. Allí se reunieron los Boixareu, Sumarroca, Marsal, Abad y otros que sufrieron una aplastante derrota. Dudo que el presidente de la CEOE guarde un buen recuerdo. Es más, me atrevería a decir que desprecia a ese sector de manera profunda. Por tanto, según las tesis del trilerismo más primario, que alerte de que el empresariado catalán se vuelve soberanista es un mensaje para Madrid, para recordarles que cuando llamen al teléfono desde Barcelona deberían descolgar.