Rolex se forra con su filial española
La compañía de relojes de alta gama Rolex, con sede en Ginebra (Suiza), posee en España una filial que bien podría considerar una especie de gallina de los huevos de oro. En efecto, esta subsidiaria genera año tras año beneficios a destajo, que le permiten ir acumulando unas reservas copiosas.
Con la misma asiduidad, la casa matriz succiona esos fondos para sí en concepto de dividendos y los transfiere a sus propias arcas. Así, en 2012, Rolex arrambló de su filial tres millones de euros con cargo al resultado de 2011 y otros diez millones procedentes de las reservas acumuladas.
El año siguiente repitió la jugada: 11,9 millones en conjunto. Y en el que ahora corre ya se ha llevado de momento seis millones, contra el resultado de 2013. En total, casi 31 millones en un trienio. En el mismo periodo, la filial ha logrado excedentes por la mitad de esa suma, es decir, 15 millones. Pese a todas esas extracciones, la sociedad todavía luce unas reservas de 42 millones.
La sede de Rolex España radica en Madrid. La firma importa toda la mercancía de Suiza y la comercializa por nuestros lares. En el último ejercicio, sus ventas subieron de 83 a 86 millones. El 97% correspondió a la venta de relojes y brazaletes, el 2% a fornituras y herramientas y el 1% a su servicio técnico. El beneficio de la casa creció de 5,4 a 6,1 millones. Uno de los platos fuertes de su presupuesto de gastos es la rúbrica de publicidad, que subió a 5,6 millones.
Rolex España cuenta con una plantilla de 58 empleados. La sociedad está presidida desde hace ocho años por el veterano abogado Antonio Garrigues Walker. Las máximas funciones ejecutivas recaen en Roland Schuler, delegado de la matriz ginebrina.