Reforma fiscal, prosperidad y elecciones en Estados Unidos

La situación de Trump y de los Republicanos en Estados Unidos no se verá afectada si se aplica la reforma fiscal anunciada y se mantiene la prosperidad

¿Qué ocurre en Estados Unidos? El Partido Republicano controla la presidencia, cuenta con mayorías en ambas cámaras del Congreso (en el Senado 52 a 48, Cámara de Representantes 240 a 194) y en 34 de los 50 estados los gobernadores son asimismo republicanos. El pasado 7 de noviembre los Demócratas por fin pudieron celebrar victorias electorales: para gobernador de Virginia y New Jersey, reducción de la mayoría republicana en cámaras legislativas de algunos estados y algunas alcaldías importantes.

Pero hacer una lectura favorable a los Demócratas en clave federal de dichos resultados es erróneo. Virginia y New Jersey son estados Demócratas. Sin embargo, los Demócratas podrían alzarse con la mayoría en la Cámara de Representantes y el Senado en las elecciones de noviembre de 2018. Diferentes factores determinarán si lo consiguen.

La situación económica beneficia a Trump y a los Republicanos, pese a todos sus errores

El primero es la situación económica. Aunque el mérito cabe atribuirlo a la gestión de Obama, la Reserva Federal y otros factores, el crecimiento del PIB se ha acelerado en el segundo y tercer trimestres (3% a tasa anual), el nivel de desempleo (4,1%) es el más reducido en 17 años, el índice Dow Jones ha subido un 17% en un año y los salarios de trabajadores empleados en fábricas, la contrucción o el transporte han crecido más desde enero que los de los profesionales.

En 2015 y 2016, los ingresos de las familias crecieron un 5,2% y 3,2%, respectivamente. Si se mantienen estas tendencias, en un año los votantes difícilmente castigarán a los Republicanos. La mayor prosperidad se debe en parte a la expectativa de que los Republicanos conseguirán aprobar una reforma fiscal que reduce los impuestos a corto plazo. Ambas cámaras ya han aprobado versiones de la legislación que aumentaría la deuda en 1,5 billones de dólares en 10 años, recortaría el impuesto de sociedades en quince puntos, suprimiría el impuesto de sucesiones, eliminaría deducciones populares para las clases medias (matrículas universitarias, el pago de impuestos a nivel estatal y de los condados) y encima aumentaría los impuestos para las clases medias y bajas a partir de 2021.

Los Demócratas deben ofrecer propuestas a las clases medias para atraer a los votantes de Trump

Los Demócratas, asociaciones de todo tipo y los medios no conservadores denuncian este regalo a los ricos. Pero el liderazgo republicano en el Congreso es mucho más impopular que Trump. Las bases y los grupos financieros que financiarán las campañas de radicales conservadores que intentarán desbancar a los actuales senadores y congresistas republicanos en un año ejercen una gran presión para que el Congreso consiga su primer éxito legislativo de la era Trump.

La investigación de la trama rusa continuará comprometiendo e incluso imputando a asesores de Trump, pero para sus incondicionales (32%) se trata de una conspiración de las élites. Los Demócratas pueden mejorar su posibilidades si eligen a candidatos centristas como Doug Jones que puedan derrotar a Republicanos radicales como el impresentable Roy Moore para la vacante de senador por Alabama en diciembre. Los Demócratas, además de oponerse a los Republicanos, deben ofrecer propuestas a las clases medias y bajas blancas que votaron por Trump.