Rajoy y Mas se necesitan

A pocas semanas de las elecciones del 20D, a Mariano Rajoy le llega la ayuda de Artur Mas para presentarse a estos comicios como el firme garante de la unidad de la patria y Artur Mas cuenta con la colaboración de Mariano Rajoy para proseguir su alocada carrera hacia el precipicio de la insurgencia.

Como han venido haciendo ambos durante estos últimos cuatro años, Rajoy y Mas se necesitan. Porque tanto el uno como el otro necesitan un enemigo al que puedan atribuir todos los males.

Ya sucedió en la campaña de las elecciones autonómicas catalanas del 27S, cuando Mas escamoteó el debate sobre su anterior mandato presidencial, durante el cual practicó una política de austeridad basada en graves recortes en sanidad, educación y todo tipo de prestaciones sociales.

Ahora Rajoy intenta hacer lo mismo: toma el reto secesionista de Mas como excusa para no tener que justificar todos sus incumplimientos de promesas electorales y todas sus medidas regresivas en políticas sociales y de derechos.

Rajoy y Mas se retroalimentan. Suele ocurrir en todos los debates de carácter nacionalista. Tanto el uno como el otro se han negado a toda posibilidad de diálogo. Y sin diálogo no hay posibilidad ninguna para el acuerdo.

El órdago insurgente de Mas, con una declaración parlamentaria de desobediencia a la legalidad española y europea, da munición más que sobrada a Rajoy para presentarse en toda España, y, por tanto, también en Cataluña, como el dirigente capaz de pararle los pies a Mas, aunque ni el propio Rajoy sepa aún cómo, cuándo y con qué coste podrá lograrlo.

Por su parte, tampoco Mas tiene ni la más remota idea de cuándo, cómo y con qué coste podrá continuar con su golpe institucional al Estado, del que paradójicamente es el máximo representante político en Cataluña.

Somos muchos quienes desde hace ya algunos años vaticinábamos un choque de trenes de consecuencias absolutamente imprevisibles, pero en modo alguno positivas. Tanto para el conjunto de España como para Cataluña. Pues bien, llegada la hora de este fatal choque de trenes resulta que tanto un convoy como el otro parece que no tienen maquinista.

O lo que, sin duda, resulta mucho peor para los sufridos pasajeros de ambos trenes: los dos supuestos maquinistas se limitan por ahora a imitar a los Hermanos Marx y van desguazando sus trenes al grito de «¡Más madera, más madera!».

Ni Artur Mas ni Mariano Rajoy son ni serán nunca capaces de llegar a un acuerdo.

Así parece comenzar a entenderlo ya la mayoría de la ciudadanía catalana. Según la reciente encuesta del instituto Gesop difundida por Josep Cuní en su programa de 8TV «8 al dia», el 59,3% de los catalanes está a favor de que las fuerzas políticas negocien una mejora del autogobierno de Cataluña, si después de las elecciones del 20D hay un cambio de gobierno en España. Esto es, si Rajoy deja de presidir este gobierno.

Según el mismo sondeo, sólo el 31,6% de los catalanes se pronuncia a favor de continuar con el proceso secesionista, sea cual sea el resultado de los comicios del 20D. Y esto representa el fin del viaje a ninguna parte emprendido por Mas.

Por esto Mas ayuda a Rajoy y Rajoy ayuda a Mas. Porque ambos se necesitan.