Quim Torra impulsa la coalición ERC-Pdecat
Quim Torra, que en octubre dio un ultimátum de 30 días a Pedro Sánchez, está más cerca de caer que el PSOE de abandonar la Moncloa
Quim Torra es ese hombre que en octubre del año pasado dio 30 días a Pedro Sánchez para liberar presos preventivos y autorizar la proclamación de la república de nunca jamás o dejaría caer al Gobierno. A estas horas está más cerca de caer Torra que Sánchez de abandonar la Moncloa.
El líder del clan de la ratafía, actualmente usuario de la Casa dels Canonjes, bajo tutela del vecino más excéntrico de Waterloo, ha vuelto a hacerse trampas al solitario y ha anunciado que bajo ningún concepto los suyos van a apoyar las cuentas del Reino. El problema de Torra es que no queda muy claro quiénes forman sus huestes.
Veinticuatro horas antes de la solemne afirmación de Torra, la exconsellera actualmente en prisión preventiva, Dolors Bassa, animaba a apoyar el Presupuesto porque “es mejor Sánchez que lo que pueda venir”.
Carles Puigdemont y Torra han mostrado en su enésima reunión sintonía, pero eso no tiene ningún valor, también Mari Carmen y sus muñecos están bien avenidos.
Si bien ERC y el Pdecat han sido prudentes y han dicho que la oferta en forma de lluvia de millones en infraestructuras no es suficiente y quieren gestos políticos, o sea, que el Gobierno presione a la judicatura para que la justicia no sea justa sino ideológica.
En definitiva los independentistas piden, con la boca pequeña, que España deje de formar parte del selecto club de The Economist de las democracias completas y pase a ser equiparable a Rusia o Turquía a cambio de su apoyo a los presupuestos.
La estrafalaria y estomacal estrategia de Torra y Puigdemont es el ‘Loctite’ de la coalición ERC-Pdecat
Pero eso es solo gesticulación. Bassa ha marcado el camino, Puigdemont y Torra le han llevado la contraria y a estas horas ni ERC ni el Pdecat parece que vayan a presentar enmienda a la totalidad al presupuesto.
Quizás, tras el debate parlamentario en la Carrera de San Jerónimo, la Crida estará más próxima a nacer grogi y ERC y Pdecat a concurrir a las elecciones de mayo en coalición. La estrafalaria y estomacal estrategia de Torra y Puigdemont es el Loctite de esa coalición.
Las andaluzas, la irrupción de Vox, en general la efervescencia que vive la política española le sienta mal al separatismo tan necesitado de foco mediático a cualquier coste.
El debate de presupuestos pondrá de manifiesto tres cosas: la pérdida progresiva de influencia de Puigdemont, la kinderiana insoportable levedad de Torra y el temor de los políticos separatistas a ser tachados de contemporizadores con todo lo que no huela de separatismo feten.
Pero si este artículo fuera una página de apuestas online me la jugaría a afirmar que a la hora de la verdad Pdecat y ERC votarán con el PSOE.
Votarán no solo porque, como dice la ex consellera, con Sánchez tienen más a ganar que con otro gobierno, sino porque para ellos verse en el mismo lado que el PP o Ciudadanos es sencillamente insoportable y además le estarían dando la campaña hecha a los Comunes, socialistas y cupaires.