¿Quién debe criticar el acuerdo de gobierno de Castilla y León?
Hay partidos que no deben criticar este acuerdo. Obviamente los partidos populistas y de extrema izquierda no deben hacerlo. Criticar a un partido que califican de extremista y populista, como son ellos, no parece lógico.
No digo quién puede, porque obviamente, bajo la perspectiva de la libertad de expresión, cualquiera puede, tenga o no razones para ello. Digo quién debe criticar el acuerdo de gobierno de Castilla y León, basándome en su comportamiento anterior o en su interés directo.
Por eso hay partidos que no deben criticar este acuerdo. Obviamente los partidos populistas y de extrema izquierda no deben hacerlo. Criticar a un partido que califican de extremista y populista, como son ellos, no parece lógico. Desde otro espectro político defienden y utilizan la misma forma de hacer política. La que desgasta nuestro sistema y la que no aporta estabilidad ni futuro.
Sí pueden, pero no deben, ni ERC, ni Unidas Podemos, ni EH-Bildu, ni la CUP, ni el BNG, ni Junts per Catalunya criticar que VOX pueda entrar en un gobierno. Y tampoco deben criticar cuando la misma razón hace que ellos estén gobernando gracias al PSOE en ayuntamientos y diputaciones, o en el gobierno de España, o sustentando a gobiernos de todo tipo.
Por esta última razón, tampoco pueden ni el PSOE, ni el PDeCat, ni el PNV, ni Compromis, ni algún partido regionalista o provincial. Todos aquellos que no pongan barreras a participar con partidos populistas o extremistas, no deben criticar el acuerdo. No tienen derecho. Lo contrario es pura hipocresía.
La política española se mueve entre el pragmatismo, la hipocresía y los principios. Y muchas veces, se obvian los principios por puro poder (disfrazado de pragmatismo), y se defienden con pura hipocresía. Y cada vez en más situaciones. Y mientras, los españoles cada vez creen menos en nuestro sistema, en nuestras instituciones. Es decir, los populistas y los extremistas están ganando la batalla.
Y los que pueden, pero no deben, están haciendo un flaco favor a nuestra democracia. Mientras fomentan acuerdos con “sus” extremos, critican los acuerdos de los demás con los “suyos”. Porque aquí todos tenemos extremos, nacidos y crecidos durante estos últimos años en que las crisis se enlazan una detrás de otra, y donde los partidos que no están en este espectro no han sabido aportar las soluciones a todas ellas.
Por eso vivimos con esperanza en el Partido Popular, y debería vivirse igual desde fuera del partido, la llegada de Alberto Núñez Feijoo. Porque él está comprometido con la separación de los partidos populistas de los gobiernos, porque él cree en los grandes acuerdos, porque él está dispuesto a renunciar a un gobierno (al poder) por defender sus principios. Necesitamos que alguien inicie este camino, para que otros se animen a transitarlo.
Además del comportamiento, también debemos (y me incluyo) criticar este acuerdo por el interés directo. Los afiliados del Partido Popular y los ciudadanos de Castilla y León. Como miembro del Partido Popular me disgusta la entrada de VOX en el gobierno de Castilla y León, de un partido populista y extremista. No quiero participar en su estrategia política, ni apoyarla, ni darle oportunidad para su desarrollo. Y como ciudadano de Castilla y León también debo criticarla, porque no quiero que sus políticas se instauren en mi comunidad, ni en mi provincia ni en mi ciudad.
Y también debo criticar el comportamiento de la mayoría de los partidos de Castilla y León, el PSOE y algunos partidos provinciales, que no han dado ninguna opción para poder tener un gobierno diferente, NINGUNA. Han puesto delante sus intereses partidistas a los intereses de los castellanos y leoneses. Y también a VOX, que, viendo el comportamiento del resto de partidos, ha chantajeado al Partido Popular, poniendo por delante sus objetivos en cargos en la Junta (no tanto sus principios, viendo el acuerdo firmado), que los intereses de Castilla y León. Todos empujaban a unas nuevas elecciones, que los ciudadanos no hubiéramos entendido.
En el articulo en el que analizaba los resultados de las elecciones, hablaba de que “debemos plantearnos seriamente resolver los problemas políticos e institucionales, económicos y de equilibrio de nuestras cuentas publicas, y las carencias sociales que aún tenemos. Y todo esto debemos hacerlo desde una mayoría incontestable. Una mayoría que haga que todas las decisiones puedan pervivir en el tiempo. En esto los grandes partidos deben reflexionar y actuar cuanto antes”. Y por los resultados, es obvio que aún no lo han hecho. No lo hemos hecho.
Dos partidos podían hacerlo, PP y PSOE, era el momento histórico y deseaba que este movimiento se iniciara en mi tierra y no ha podido ser. Otros conseguirán este éxito que va a asegurar la estabilidad y el futuro de España.