Qué nos costaría ser de otra manera

Si Laura Borràs no estuviera cayendo rápidamente en desgracia entre los suyos propios, si no estuviéramos en ciernes de un festín de canibalismo 'indepe', ni habría trascendido lo del FAQS, ni lo de la UB.

No es infrecuente que a mí (supongo que a alguien más también) me, nos pregunten «qué nos costaría» ser y ver las cosas de otra manera. Sobre todo, a los que, si lo piensas, ya lo teníamos medio hecho: yo que escribía en catalán y en la prensa catalanista cuando mucha gente, también del PSC, te consideraba pujolista y hasta “botiguera” por ello, sólo me tenía que haber quedado quieta, haciendo el muerto, a la espera de que de repente molara mazo lo que antes se veía como una paletada integral. 

¿Espíritu de contradicción? Supongo que algunos lo tenemos más que otros. También es posible que tengamos algo de razón. Ni digo siempre, ni digo toda; digo la suficiente como para arremangarte y tomar partido contra las injusticias, o lo que tú identificas como tal, aunque eso te cueste alguna bronca con la familia, antiguos compañeros de pupitre y hasta de mesa de trabajo. 

Hablando de broncas. Estos días hemos tenido noticia de la descomunal que le echó Francesc de Dalmases, diputado de Junts y escudero predilecto de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, cuando a su juicio esta fue entrevistada demasiado duramente en un programa de TV3 recién extinto, el FAQS. 

Déjenme romper una lanza por el FAQS. Nacido un poco para dar la respuesta de TV3 a la Sexta Noche, durante años ha convertido las noches de los sábados en privilegiado escaparate de la actualidad ‘indepe’. Dicho lo cual, también son los únicos que se atrevían a llevar gente como yo, antes y después de entrar en política (una sola vez, pero inolvidable: pude mandar a Pilar Rahola a tomarse una tila). Cada vez que se anunciaba mi presencia en el programa como tertuliana, Twitter ardía. No menos de 48 horas de insultos muy subiditos de tono. A mí por ser cómo soy y a la dirección del FAQS por, sabiéndolo, atreverse a convocarme. 

Me llamaban muy de tarde en tarde, no nos vamos a engañar. Pero debo decir que jamás, jamás, jamás, me censuraron ni jugaron sucio conmigo. Como tertuliana siempre pregunté lo que me dio la gana, como entrevistada (una sola vez) sentí que tenía plena libertad, y cuando fui a acompañar a compañeros de partido, como Carlos Carrizosa o Adrián Vázquez, hubo respeto y fair play.

Al césar lo que es del césar, y al FAQS lo que es del FAQS. Por eso, a diferencia de lo que hace gente de otros partidos, yo ya en Ciutadans siempre defendí que si nos llamaban a ese plató, había que ir. Carrizosa protagonizó un inolvidable momentazo informando a una tal Bea Talegón de que él hablaba en español “porque le daba la gana”…ay. 

Por eso mismo me ha entristecido, y hasta enrabietado especialmente, enterarme de que fue precisamente en el FAQS donde esa catástrofe política, esa Filomena con patas que es Laura Borràs, protagonizó y permitió que su Dalmases protagonizara uno de los numeritos más lamentables que quedarán de su mandato.

Agarrar por la muñeca a una periodista, meterla en un camerino, decirle de todo, amenizado con golpes y patadas al mobiliario, para pedirle cuentas de no “controlar” a profesionales de la información que ni siquiera trabajan en el programa, que son colaboradores externos…En fin. ¿Qué más tiene que ocurrir para que nos demos cuenta de lo que pasa? 

No es un caso ni un hecho aislado. Quien tenga hemeroteca, podrá comprobar que yo me harté definitivamente de la “neutralidad” periodística procesista, y decidí meterme en política de hoz y de coz -¿o sería decir más exacto que me metieron ellos?-, después de una peripecia análoga.

El diputado y vicepresidente de JxCat Francesc de Dalmases. /EFE/Toni Albir
El diputado y vicepresidente de JxCat Francesc de Dalmases. /EFE/Toni Albir

En mi caso fue un debate en TVE sobre la ley Celáa y las lenguas en la escuela. Mi defensa del bilingüismo y mi denuncia pública de las prácticas mafiosas de Plataforma per la Llengua me valió un nivel de rapapolvo y de linchamiento que me llevó a pedir, y a obtener, el amparo de la Asociación de la Prensa de Madrid. Y la defensa pública en sede parlamentaria (que nunca agradeceré bastante) del diputado del PSC David Pérez y de mi futuro hermano de escaño Nacho Martín Blanco. Entonces no nos conocíamos en persona. Nunca les agradeceré bastante a los dos su gesto. 

Ojo que esto de Borràs en el FAQS, junto con otras recientes aventuras, como el acoso a un profesor de la UB, Jordi Llovet, que se ha atrevido a contar ciertos pormenores de la carrera académica de Laurita la Fantástica, pueden inducir a trampantojo. A ilusión óptica. No se equivoquen: si Laura Borràs no estuviera cayendo rápidamente en desgracia entre los suyos propios, si no estuviéramos en ciernes de un festín de canibalismo indepe, ni habría trascendido lo del FAQS, ni lo de la UB. La omertà no ha decaído. Simplemente a algunas ya no las ampara. Se ha abierto una veda…selectiva.  

Pero sigue ahí la muchedumbre de periodistas amordazados, maltratados, silenciados, escarnecidos y con la carrera truncada por no colaborar con el régimen imperante en Cataluña. Lo mismo en la universidad y en muchos otros ámbitos de poder. Hay quien incluso sin estar a favor piensa, qué se le va a hacer. Y se deja llevar por la corriente. 

Y los hay que somos como somos. Pocos o muchos, mejores o peores, somos los que aguantamos la posición, y en posición, hasta que lleguen tiempos mejores. 

 Que llegarán. Pero para eso hace falta estar aquí. Defendiendo incluso a quien no sabe que le estás defendiendo. Que a lo mejor tú eres lo único que se interpone entre él/ella y algo muy parecido a la barbarie.