¿Qué le puede pasar a mi dinero con el Brexit?

Falta poco tiempo para que el Reino Unido decida su futuro en la UE y algunas de las últimas encuestas dan ventaja a los «euroescépticos», lo que provoca incertidumbre en el mundo económico. La libra ha perdido en 2016 más de un 7% frente al euro, las empresas europeas dudan acerca de las estrategias a adoptar, el nerviosismo se palpa en la calle, en las sucursales de los bancos los ciudadanos preguntan cómo podría afectar el «Brexit» a su hipoteca, los organismos públicos no saben de qué informar….

A este respecto, lo primero que hay que decir es que no hay respuestas porque no hay precedentes, aunque si unanimidad: la consulta no es una cuestión doméstica británica, sino que tiene repercusión global. El Banco de Inglaterra ya ha advertido repetidamente del daño que implica la incertidumbre para el crecimiento. En su último informe revisó a la baja sus previsiones, indicando que sus pronósticos se habían elaborado a partir de la premisa de que el electorado diga «sí» a la permanencia. El PIB se situará en el 0,3% en el segundo trimestre frente al 0,5% del  primero. Según The Observer, nueve de cada diez economistas británicos aseguran que la salida tendrá un impacto negativo que se dejará sentir durante un período de entre cinco y diez años. El primer ministro se manifiesta con tintes apocalípticos: «Salir de la UE sería como poner una bomba bajo nuestra economía. La libra caería, los precios subirían, y también las hipotecas, muchos negocios cerrarían y aumentaría el desempleo. En pocas palabras, salir de la UE supondría la recesión». De forma similar se han pronunciado la OCDE o el FMI, entre otros.

En este contexto, ¿cuáles podrían ser las consecuencias del «Brexit»? Se plantean muchos interrogantes, de los que nos gustaría comentar  algunos:

Si el Reino Unido abandona la UE, ¿sus ciudadanos necesitarían permisos especiales para trabajar en ella? Dependerá de los acuerdos que se alcancen tras la salida, ya que si permanece dentro del mercado único, se mantendría la libre circulación de trabajadores en ambos sentidos. En caso contrario, los ciudadanos británicos no podrían trabajar en la UE, precisando de visados especiales para ello.

¿Qué pasaría con los jubilados británicos en España y otros países de la UE? Tampoco en este caso es posible responder. Actualmente, la enorme comunidad de británicos en nuestro país obtiene gratuitamente acceso a nuestro sistema de salud, aunque sus tratamientos hospitalarios son pagados posteriormente por el National Health Service. Pero una vez que obtienen la residencia española, es España la que paga por los tratamientos hospitalarios de ese colectivo. Con otras naciones de la UE hay acuerdos similares. Dado que la gran mayoría de sus miembros (jubilados) son grandes demandantes de servicios médicos, el problema que se le puede plantear al Reino Unido es de gran importancia social y económica para sus arcas y ciudadanos.

¿Cuánto tiempo le costaría al Reino Unido abandonar Europa? Creemos que el plazo mínimo sería de dos años tras la votación, dependiendo de cómo vayan las negociaciones. Durante ese tiempo, continuaría bajo la normativa de la UE, pero no podría participar en la toma de decisiones, tal y como estipulan los acuerdos de relación con los 27 países. El único precedente es Groenlandia, que dejó de formar parte de la UE (1985), tras la decisión adoptada por esta región autónoma de Dinamarca. Las negociaciones duraron dos años y se plasmaron en un acuerdo para que siguiese vinculada. La fórmula es mucho más difícil de llevar a cabo. Londres y Bruselas deberían negociar un acuerdo comercial sobre aranceles y establecer los estándares que el Reino Unido tendría que cumplir para que sus productos entren en la UE.

¿Formaría parte el Reino Unido del TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership), actualmente en negociación? El abandono de la UE significaría que no sería parte de este tratado, teniendo que negociar sus propios acuerdos a dos bandas. En este escenario, el trato que recibiría el Reino Unido no sería muy favorable y, sobre todo, el acuerdo se pospondría varios años.

¿Podría volver a la UE si ahora la abandona? Según los artículos 49 y 50 del Tratado de Lisboa, debería solicitar su reingreso al Consejo, Comisión y Parlamento, que tendrían que aprobarlo por unanimidad y mayoría absoluta, según cada uno de los órganos. Lo más importante es que los nuevos miembros deben adoptar el euro como moneda, una vez que cumplan con los requisitos para ello. Esta circunstancia obligaría al país a replantearse muchas cosas o negociar alguna cláusula específica.  

Hay más preguntas de gran importancia que actualmente no tienen respuesta: el futuro de la City como centro financiero europeo y mundial, la disminución de los flujos comerciales, la previsible caída de la inversión directa extranjera, el encaje de Reino Unido en Europa (¿algo similar a Noruega o Suiza?).  

Una salida de la UE y la ruptura de los acuerdos vigentes, se dejarían notar en el sector financiero, con repuntes de la prima de riesgo, problemas de liquidez, depreciación adicional de la libra y restricciones del BCE a ciertas actividades financieras al interior de la eurozona, de modo que la City podría quedar excluida.  

El Centro de Rendimiento Económico de la London School of Economics calcula que los costes a largo plazo del menor comercio con la UE podrían llegar al 9,5% del PIB, y la caída de la inversión extranjera costaría un 3,4% del PIB. Se trata de cifras que empequeñecen las potenciales ganancias del Brexit. El aporte neto de Gran Bretaña al presupuesto de la UE representó apenas un 0,35% del PIB en 2014 y eliminar las regulaciones de la UE conllevaría beneficios limitados porque los mercados laboral y de productos del Reino Undo se encuentran entre los más libres del mundo.  

En resumen, es complejo pensar en todas las implicaciones del Brexit, pero en Zincapital pensamos que se pueden resumir en una sola frase: salir de la UE dejaría a Gran Bretaña en condiciones mucho peores. Además, esto afectaría negativamente al conjunto de la economía europea y a la española en particular. El día 24 sabremos la respuesta.  

Vicente Martín Egaña es economista y Socio Director de ZINCAPITAL